viernes, 14 de agosto de 2009

LA PROHIBIDA de Malika Mokkeddem

La arena no es tierra. La arena lleva sol dentro. Yo me digo que la arena ha caído del sol. Que no es de la tierra. La arena hace luz y chispas. La tierra no hace más que barro o polvo. En verano, puedes andar descalzo por la tierra, pero no puedes hacer lo mismo por la arena. Te quemarías los pies con muchos grados. Y además, la arena se mueve, va a todas partes; hasta se te mete en la boca y en los ojos cerrados. La duna se desplaza. Cambia la forma. Algunas veces es como el pecho de una mamá muy muy gorda, otras veces como una barriga. Otras, como unas nalgas o una espalda rezando. La arena hace agujeros de sombra y aros de fuego. A veces tiene escalofrios. A veces la piel lisa. Y también vuela la arena. Emtre el viento, llega hasta el cielo. Apaga el cielo. Entre el viento viaja, grita, llora, baila y cata como Bliss...
_ ¿Bliss?
_ Sí Bliss es el diablo de aqui. ( pag 71)

jueves, 13 de agosto de 2009

MALIKA MOKKEDDEM


Malika Mokkeddem nació el 5 de octubre de 1949 en Kenadsa, un pequeño pueblo minero en el límite del desierto occidental de Argelia. Es la menor de diez hermanos en una familia analfabeta nómada recien sedentarizada. Creció escuchando las historias de su abuela beduina Zohra, y fue la única niña de su familia y del poblado que asistió a la escuela secundaria. Cursó la carrera de medicina en Orán y terminó estableciéndose en la ciudad francesa de Montpellier en 1979. Practicó su profesión hasta 1985, cuando decidió consagrarse a la literatura.
Los libros han sido para ella una sólida tabla de salvación. "Los libros me han hecho salir de todo eso, me han salvado de la desesperación. Cuando tenía doce años tenía mucho miedo a que mis padres me casasen. Y decía que si eso ocurría, me iría de casa aunque los animales del desierto me comieran. Los libros me permitían aprender a ser yo misma".
Para la autora la escritura es una trashumancia infinita, como la de sus antepasados por el desierto. Malika Mokeddem es a la vez tierna y feroz, tenaz y frágil, de un valor ejemplar que no se doblega ante las amenazas de los integristas. Por eso Malika Mokeddem es una heroína moderna.
Es una autora que encarna la voz del cambio y la libertad en Argelia desde el exilio. No hay censura ni amenaza capaz de sosegar la pluma de aquel cuya lucha por la integridad representa su alimento.Obras- "Los hombres que caminan" (Les hommes qui marchent, 1990), Premio Littré, Premio de Primera Novela Chambéry, y premio de la Fundación Argelina Nourredine Aba. - "El siglo de las langostas" (Le siècle des sauterelles, 1992), Premio Afrique Méditerranée Maghreb de la Asociación de Escritores en Lengua Francesa. - "La prohibida" (L'interdite, 1994), Premio Méditerranée y mención especial del jurado Femina. - "Sueños y asesinos" (Des rêves et des assassins, 1995) - "La nuit de la lézarde" (1998) - "N'zid" (2001) - "El desconsuelo de los insumisos" (La transe des insoumis, 2003) - "Mes hommes" (2005)TraduccionesLas obras de Malika Mokeddem han sido traducidas a varios idiomas. Sus libros traducidos al español son:- "Sueños y asesinos", Destino. Barcelona, 1997. Trad. Ángeles García.- "Los hombres que caminan", Txalaparta. Tafalla, 2000. Trad. Pilar Jimeno Barrera.- "El siglo de las langostas", Txalaparta. Tafalla, 2002. Trad. Pilar Jimeno Barrera.- "La prohibida", Txalaparta. Tafalla, 2003. Trad. Pilar Jimeno Barrera.Bibliografía CríticaHELM, Yolande (ed.) (2000), "Malika Mokeddem: envers et contre tout", París, L'Harmattan.Enlaces de interéshttp://www.limag.refer.org/Volumes/Mokeddem.htmhttp://www.edition-grasset.fr/chapitres/ch_mokeddem2.htmTexto RepresentativoEl siglo de las langostas
Malika Mokeddem
"Un pequeño rebaño de ovejas, tres camellos y un burro; Mahmud camina tras ellos a buen paso. Un bastón revolotea en su mano y picotea la tierra por delante de sus piernas bien torneadas. Está contento. Por la mañana temprano ha vendido en el mercado sus dos ovejas más viejas. No podía quedárselas más tiempo, y menos aún comérselas. No. Eran las primeras que tuvo. Juntos recorrieron durante años las llanuras a lo largo y a lo ancho. En tan inmensa soledad, uno se encariña con los animales.
De las albardas de los camellos sobresalen un saco de harina, otro de sémola y varios kilos de trigo. Uno de ellos también contiene azúcar, té y, por supuesto, dátiles. Para Neyma y Yasmina, Mahmud ha comprado vestidos de colores llamativos. A sus pieles oscuras les van bien los contrastes.
Ahora, el bastón descansa horizontal en los hombros de Mahmud. Sus muñecas se apoyan en él con flexibilidad y las manos le cuelgan y se balancean al ritmo de sus pasos. El aire es ligero. El azur se torna violeta anunciando el crepúsculo. Para animarse, Mahmud recita algún poema de su cosecha.
Pronto distingue su jaima en el resplandor del poniente. Enseguida le llegan los ladridos de la perra. No tardará en echarse a correr a su encuentro, adelantándose por poco a su hija Yasmina. Sólo quedará esperando cerca de la tienda la silueta negra y esbelta de Neyma, su mujer.
Sentada ante la jaima, Neyma contempla el paisaje: un cielo de un azul de guerra y el desierto infinito que la vista no puede abarcar."

sábado, 1 de agosto de 2009

Adiós Ruperto y Mariquita






































TRAS LA PUERTA
(títeres)


Ayer fue la última vez en que Ani hizo Ruperto y Mariquita la última función un viernes, 31 de julio de hace diez años se estrenó en Buenos Aires, y un viernes 31 de julio vuleven a cobrar vida antes de volver a habitar en el interior de las maletas de esta titiritera, artista y amiga.


Gracias por los momentos compartidos, por ese año de viajes cortos, de montajes en los que te ayudé a montar los caños, extender las telas y colocar las cosillas dentro del retablo, y vi a Ruperto y Mariquita actuar tantas tardes,... os extrañaré, ese amor que rompe la cabeza, hoy descubierto el enigma de esa primera fractura con la flor de la ducha, ... sos una mina macanuda.


¡¡Felicidades maestra!!!