Lne.es » Oviedo Mafalda Arnauth, la voz conquistada
La cantante lisboeta presenta mañana su disco «Fadas»
en el teatro Filarmónica dentro del ciclo «Noches de fado
Aurelio ARGEL
La aclamada intérprete lisboeta Mafalda Arnauth (1974) protagonizará este sábado (20.30 horas) el segundo concierto del ciclo «Divas del fado» en su segunda edición. Mafalda Arnauth es, probablemente, una de las más singulares intérpretes del género, puesto que llegó hasta él -o se dejó seducir- casi finalizados sus estudios universitarios y sin haber pensado que el mundo del espectáculo la acabaría conquistando. Más bien sería ella quien, lentamente, fuera conquistando al espectador y oyente fadista con sus formas. Primero, en el aprendizaje clásico, y posteriormente, con piezas y composiciones propias ya aplaudidas desde un primer disco homónimo de 1999. Su segundo álbum, «Esta voz que me atravessa» (2001), refrendaría el éxito cosechado como «voz revelación» con aquel primero y esta hermosa lisboeta iría asentándose como intérprete de preferencia de un amplísimo público, siendo candidata a varios galardones musicales. «Encantamento», dos años más tarde, «Diario», en 2005, y «Flor de fado», en 2008, además de una antología propia y piezas escogidas para aparecer en recopilaciones de voces del mundo junto a la anglo-india Susheela Raman, Lila Downs, Pepesito Reyes o «Afrocelt Sound System», son testigos de un bagaje musical reconocido en España, Grecia, Francia, Holanda, Italia, Suecia, Turquía, Macao y en el Reino Unido.
Mafalda Arnauth llega hasta el teatro Filarmónica para presentar su reciente y último trabajo, «Fadas», con el que rinde homenaje a las voces y a las letras de mujeres fadistas que marcaron desde niña su interés por la música y su devenir como intérprete. Mafalda Arnauth, que tampoco huye de cierta pose jazzística -baladista incluso- para enriquecer sus creaciones, remata este trabajo que presentará en Oviedo con un clásico «Invierno porteño», intensa versión de Astor Piazzolla con letra de Eladia Blázquez. Contrabajos, acordeones, instrumentos de viento y violonchelos envuelven esta reciente joya que, como bien canta Arnauth, «dan de beber a la alegría».
No hay comentarios:
Publicar un comentario