Libros, poemas, imágenes, miradas, leemos en los objetos cotidianos, nos apropiamos de herramientas con las que construir una realidad más apacible, cómplice y alegre. Te escucho....cuéntame. Leer es partir, es emigrar, una ventana, un aire nuevo en el que envolverse y cubrir lo que nos rodea. Gracias por tus comentarios.
domingo, 10 de marzo de 2013
Cine chino
La Boda de Tuya, de Wang Quanan
Otra que no he visto todavía... Oso de Oro en Berlín, la cinta por lo visto retrata con gran belleza la vida de los nómadas mongoles (aunque en China, concretamente en la región de Mongolia Interior) y cuenta la historia de una señora que no es ni mía ni suya, es Tuya. Perdón por el chiste malo pero algo tenía que hacer para rellenar este recuadro y disimular mi ignorancia...
Ni uno menos, de Zhang Yimou
Otra película, casi un documental, de la "época social" de Yimou, en la que se relata el problema de la educación en el mundo rural de China, tan alejado de las ciudades. Lo bonito de la película es que los actores eran de verdad gente de pueblo, sin mucha experiencia interpretativa (los niños de la escuela se merecen todos un Oscar gigante de chocolate a repartir). La "profesora", en realidad otra niña a la que le toca el sambenito de hacer de maestra porque el titular se ha largado, también lo borda, especialmente en la mítica escena en la que se pone a llorar a moco tendido ante las cámaras de una televisión provincial.
Qiu Ju, de Zhang Yimou
Hemos tenido que esperar 16 puestos hasta llegar a mi película china favorita... Qiu Ju me parece que es el alma de China, capta con tal perfección lo que hay en este país... ¡En dos horas y con unas decenas de actores te explica una cultura que sobrevive desde hace 5.000 años y tiene 1.300 millones de personas! Para ello, Yimou parte de una de las bases argumentales más geniales que he oído: una mujer que quiere justicia para su marido, después de que éste recibiera una patada en los testículos por parte del alcalde de su aldea. Con esta tonterieta, Zhang nos introduce en el mundo de los peticionarios (personas de China que consagran su vida a buscar justicia ante problemas personales de corte local) y, por supuesto, en el de la burocracia china, con su lentitud, su absurdez y sus decisiones drásticas. Me encanta también cómo la película nos va mostrando, escalonadamente, los distintos mundos de China: la aldea, el municipio, la ciudad pequeña, la capital de provincia... Qiu Ju tiene, qué se yo, que sólo lo tiene Qiu Ju.
El Camino a Casa, de Zhang Yimou
La película de Zhang Yimou más votada en la encuesta no es quizá la más famosa del Orsongüeles chino por excelencia, ni tampoco la más premiada (los festivales europeos ya se habían cansado por aquella época de darle SIEMPRE premio a Yimou), pero la verdad es que su tercer lugar no debe sorprender. Tal vez la película con la mejor fotografía de Zhang Yimou (y eso es arriesgarse mucho, teniendo en cuenta que Zhang es quizá el mejor director del mundo en este aspecto), la película fue el debut de una entonces jovencísima, casi niña, Zhang Ziyi, que se come la cámara con su sonrisa de oreja a oreja y sus coletas de chinita. Casi no tiene diálogos, lo cual puede sorprender a muchos neófitos, pero los que hayan visto más cine chino ya saben que es algo habitual en las producciones nacionales, sobre todo en el cine de autor. Impresionante el momento en el que la película pasa del gris presente al multicolor pasado.
Comer, Beber, Amar, de Ang Lee
Ang Lee supo aquí retratar el gran pilar de la civilización china (su gastronomía) y jugar con él para contar la vida de una familia formada por un cocinero y sus tres encantadoras hijas. La vi hace mucho, así que no la recuerdo muy bien, pero sí sé que me dejó muy buen sabor de boca, y nunca mejor dicho.
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