AXELLE DE RUSSÉ, FOTOPERIODISTA
"Quería hablar de las concubinas chinas, de esas mujeres que se mueven entre la tradición y la modernidad"
21
SEP 2008
Tras viajar por primera vez a China, Axelle de Russé descubrió que el fenómeno de las concubinas en este país, prohibido durante el régimen comunista de Mao, ha vuelto a afianzarse con fuerza en algunas ciudades. Galardonada en 2007 con el Premio Canon de la Mujer Fotoperiodista que otorga la Asociación de Mujeres Periodistas de Francia (AFJ), esta francesa afincada en París expuso recientemente en Visa pour l'Image 2008 las fotografías que realizó con la ayuda de los 8.000 euros del premio. De Russé, que ha publicado en Le Figaro, Paris Match, L'Express, Le Nouvel Observateur, Le Point y Cosmo, entre las revistas más destacadas, se mostró encantada de compartir sus impresiones con los lectores de QUESABESDE.COM.
Estudiaste Comercio, pero decidiste cambiarlo por el fotoperiodismo. Y apenas pasados dos años, en 2007, conseguiste el Premio Canon de la Mujer Fotoperiodista.
Cuando empecé a estudiar me encantaba la fotografía y quería ser fotógrafa, pero no me atrevía. Todo el mundo me decía que era imposible, que la foto se acabó... así que estudié Comercio, y cuando lo acabé trabajé algo menos de un año en marketing en Kodak. Pero me di cuenta que vender los productos y la imagen de Kodak no me interesaba para nada, así que lo dejé y me fui a Sudamérica a tratar de empezar con la fotografía.
Me gustó mucho, y al regresar a Francia entré en Sipa Press, pero no como fotógrafa, sino como editora. Estuve dos años en la agencia, donde aprendí mucho mientras acompañaba a los fotógrafos, hasta que al final decidí dedicarme directamente a la fotografía.
Para su trabajo sobre las concubinas en la China actual, De Russé decidió mantenerse alejada de las jóvenes para poder reflejar mejor su intimidad.
Además, has conseguido que Visa pour l'Image exponga tu reportaje.
Sí, así es. No era algo seguro, porque existía la posibilidad de que sólo mostrasen las fotografías en las proyecciones de las veladas, pero al final Jean-François Leroy [presidente del festival] aceptó.
La experiencia ha sido maravillosa: ha sido mi primera exposición, y poder hablar con la gente, leer sus comentarios, ver sus reacciones ante las imágenes es algo genial. Ese "feedback" no lo tienes cuando publicas tus fotografías en un diario o una revista y no sabes si han gustado tus imágenes o no.
Foto: Axelle de Russé
Foto: Axelle de Russé
Después de siete ediciones del premio de la AFJ, el tuyo es el primer reportaje enteramente sobre mujeres. Explícanos en qué consiste tu trabajo sobre las concubinas en China.
A mí me interesaba mucho la idea de trabajar en este país, porque es uno de los más importantes hoy en día y es un lugar donde ocurren muchas cosas. Cuando se abrió el país hace más de 20 años, volvió de nuevo la tradición de las concubinas, que había sido abolida por Mao durante el comunismo por ser una práctica muy burguesa.
La apertura de China al mundo trajo dinero y nuevos empresarios ricos, y de nuevo apareció la tradición de la concubina, de la segunda esposa. Yo quería hablar de estas mujeres chinas que se mueven entre la tradición y la modernidad; me interesaba la contradicción entre una tradición como ésta coexistiendo con un mundo moderno ya capitalista.
Foto: Axelle de Russé
Foto: Axelle de Russé
Algunos miembros del jurado de Visa pour l'Image afirmaron que la sinopsis que entregaste en el concurso "era la más preparada de entre todas las recibidas". ¿Le dedicas parte importante al texto en tus reportajes?
Yo encuentro que el fotoperiodismo es periodismo y fotografía, que hay que contar historias, por eso la sinopsis es muy importante. En mi estancia de tres meses en China me acompañaron durante tres semanas dos periodistas, porque creo que el texto tiene mucha importancia para contar la historia.
Foto: Axelle de Russé
¿Te fue sencillo encontrar a estas concubinas y conseguir su confianza para realizar el reportaje?
Fue muy, muy difícil, pero creo que para mí fue más sencillo de lo que habría sido para un hombre, porque el reportaje era seguir a las mujeres en la intimidad. Para los extranjeros es muy complicado trabajar en China, porque a los chinos no les gusta dar una imagen mala de su país y consideran que lo que ocurre allí es cosa de ellos, no un asunto del resto del mundo.
Esta reclusión es algo generalizado, pero con el tema de las concubinas lo es más, porque para ellos es tabú. Se preguntaban por qué una extranjera querría hablar de estos asuntos de China. Continuamente me ponían trabas y me veían como una entrometida: fue muy difícil hacer este reportaje.
Foto: Axelle de Russé
Foto: Axelle de Russé
Descubriste la problemática del renacer de las concubinas en China en tu primer viaje al gigante asiático. ¿Qué fotografías hiciste entonces?
Durante mi primer viaje fui también con dos periodistas con las que colaboro, mi hermana y una amiga, y trabajamos sobre los infanticidios de niñas en las zonas rurales de China, que era un tema poco conocido.
Foto: Axelle de Russé
El año pasado la agencia Abaca Press te envió a seguir a Ségolène Royal durante la campaña presidencial. En esas imágenes vemos a una candidata fuerte y muy femenina a la vez. ¿Fue un intento de demostrar la capacidad de las mujeres en la política?
Yo creo que Ségolène Royal es muy femenina, y esto lo une a su potencial como política. Es una mujer muy guapa con mucha fuerza para la política, y ella juega estas bazas: siempre se viste muy sexy y adopta posturas muy femeninas; yo creo que no se la puede fotografiar sin tener esto en cuenta, porque es parte de su personaje político.
Foto: Axelle de Russé
Foto: Axelle de Russé
También has trabajado sobre temas sociales que afectan a jóvenes en Francia, como las manifestaciones en contra del CPE (contrato de primer empleo) o la muerte de Bouna y Zyed, perseguidos por la policía.
Las dos historias están muy ligadas: se dieron en un momento en que la juventud en Francia explotó y se manifestó. No se trataba tanto de hacer un reportaje por el hecho de que eran jóvenes, sino más bien porque era un tema de actualidad. La juventud se lanzó en masa a manifestarse en las calles, y eso era noticia.
Foto: Axelle de Russé
Aun así, muchos de tus reportajes tienen como fondo a la juventud y las mujeres, que son grupos sociales en ocasiones desprotegidos. ¿Te interesa en particular contar historias sobre gente así?
Bueno, las historias que se cuentan en fotoperiodismo son principalmente las historias de gente con problemas, para denunciarlos. Pero el tema de las mujeres sí me interesa en particular, aunque no documentar solamente esto. Al principio, como mujer no quería afirmarlo, pero creo que es cierto que para nosotras es mucho más sencillo trabajar en reportajes sobre mujeres, y no necesariamente con problemáticas sexuales, sino de todo tipo.
Foto: Axelle de Russé
Foto: Axelle de Russé
¿Hay algún otro tema que te preocupe como fotoperiodista, algún colectivo de gente sobre el que quieras trabajar en un futuro?
Sí que tengo nuevos proyectos, pero considero que llevo aún poco tiempo en el mundo del fotoperiodismo, así que no tengo todo muy claro: voy en todas direcciones. Por ejemplo, me gusta mucho hacer fotos de política. De hecho, sigo haciendo fotos de política en Francia para varias revistas.
Foto: Axelle de Russé
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Ahora quiero trabajar sobre el tema del petróleo y las consecuencias económicas y sociales que comporta.
Además, realizas fotografías en hoteles de lujo y reportajes de viajes. ¿Tienes especial interés en estos temas?
No es que me interese, pero es una forma de ganar dinero y puedo hacer otras cosas. Igual hay cosas peores y me gusta hacerlas, pero no son trabajos personales; es para ganar dinero.
Foto: Axelle de Russé
Foto: Axelle de Russé
Repasando tu porfolio se empieza a adivinar un estilo, y además una cierta tendencia a mostrar detalles particulares para enfatizar la realidad de lo que estás documentando. ¿Por qué le das tanta importancia a estos detalles?
Creo que estoy empezando a encontrar mi estilo, pero no lo tengo del todo definido. Respecto a los detalles, con ellos se pueden comprender muchas cosas, incluso emociones grandes.
Por ejemplo, tengo una foto de Ségolène Royal en la que se ven sus pies con unos zapatitos blancos muy bonitos y la rosa roja, que es el símbolo de los socialistas en Francia. Con sólo esos detalles se puede entender perfectamente el personaje y su pensamiento político. Con los detalles podemos comprender cosas más generales.
Foto: Axelle de Russé
En cambio, en el reportaje expuesto en Visa sobre las concubinas dejas de lado este recurso y tomas una cierta distancia para fotografiarlas.
En el reportaje sí que hay fotos de detalles, pero no las eligieron para la exposición. Lo que traté de hacer con este reportaje fue alejarme un poquito, mostrar un poco la intimidad de estas mujeres, pero sin entrar directamente en esa intimidad. Quería dejarlas respirar. Prefería sugerir, más que mostrar. Jugué mucho con las sombras y las siluetas.
Foto: Axelle de Russé
También has trabajado en el Sáhara Occidental. ¿Encontraste a algún otro editor interesado en publicar tu trabajo allí, aunque tan sólo fuera en el festival de cine?
No, no... nunca lo pude vender. Y el tema es genial. En Francia no se conoce la historia del Sáhara Occidental: es un conflicto olvidado, en parte por culpa de las malas relaciones diplomáticas entre Francia y Marruecos, así que nadie quiso publicarlo. Además, no es un tema de mucha actualidad, porque ya llevan 32 años en esta situación.
Foto: Axelle de Russé
Foto: Axelle de Russé
Yo fui en 2005 y al año siguiente se cumplían 30 años de esta guerra y pensé que podría tener alguna repercusión en los medios, pero me equivoqué. Aun así, quiero volver, porque pienso que es un tema muy interesante. Son refugiados como los que hay en Palestina y otros lugares del mundo, pero nadie habla de ellos.
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