jueves, 13 de septiembre de 2018

Budismo Thevarana

El budismo theravada en Asia: historia, doctrina y prácticas

Budismo theravada en Asia
Tres grandes escuelas budistas siguen vivas hasta ahora: Mahayana, Vajtayana y Theravada. La escuela theravada, que en pali significa “la doctrina de los ancianos”, es el nombre de una corriente budista que se originó en Sri Lanka y sigue predominando en Myanmar, Tailandia, Laos, Camboya y en menor medida en Yunnan y Vietnam. El budismo theravada es el único representante aún vivo de las dieciocho primeras escuelas del budismo indio, y aunque se ha ido transformando poco a poco, sus seguidores consideran que es la única escuela con las enseñanzas originales del Buda.
Sus escrituras se basan en textos escritos originalmente en lengua pali, la lengua sagrada del budismo theravada, en concreto el Tripitaka Pali. Hoy en día, más de 100 millones de personas se consideran practicantes de budismo theravada.

Breve historia del budismo theravada

Tras la muerte de Gautama, las enseñanzas budistas fueron transmitidas de forma oral y sin un jefe claro que dirigiera las futuras hermandades budistas. El primer concilio budista fue convocado por quinientos monjes arahat en Rajagriha (actualmente la ciudad india de Rajgir) tres meses después de la entrada en paranirvana del Buda. Ananda, el discípulo que había sido más cercano a Buda, recitó los sermones y por primera vez fueron escritos. Pero las diferentes interpretaciones de las palabras de Buda de los discípulos allí presentes dieron lugar pronto a la formación de varias escuelas, cada una compilando su propio canon.
Primer discurso del Buda tras su Iluminación
Primer discurso del Buda tras su Iluminación
La escuela theravada deriva de las doctrinas Vibhajjavada o “doctrinas del análisis”. Era la continuación de las enseñanzas Sthavira, que tuvieron gran importancia en el tercer concilio budista en el año 250 a.C., durante el reinado del emperador Asoka. La corriente Vibhajjavada evolucionó en cuatro grupos y la escuela theravada fue la descendiente del “linaje de Sri Lanka” o Tamraparniya.
Existen dos personajes fundamentales para entender la expansión del budismo theravada. El primero fue el emperador Asoka, que gobernó sobre gran parte del continente indio. El emperador se convirtió al budismo tras la unificación del continente indio. Muestra de esta época son los miles de edictos grabados en roca que todavía quedan en lo que fueron sus dominios, con inscripciones sobre los valores del dhamma (dharma, las enseñanzas) y la tolerancia religiosa. Asoka también patrocinó varias misiones budistas hacia Occidente y Oriente, y se convirtió en el ejemplo de rey virtuoso que se consolidaría como ideal central tanto en la tradición hindú como budista.
El segundo personaje importante fue Mahindauno de los hijos o sobrinos de Asoka. Entre sus logros destacó la difusión del budismo por Sri Lanka. Allí se produjo la transcripción de las escrituras budistas al pali y la escuela theravada alcanzó el apogeo en la capital del reino: Anuradhapura.
En la capital de Sri Lanka de entonces se construyó el primer Gran Monasterio Mahavihara, donde en el s.I a.C. se escribieron en pali las escrituras budistas. En la imagen, stupa Ruwangelisaya en Anuradhapura (Fotografía de @teseum, Flickr)
A todo este periodo se le añadió además la creencia de que el Buda histórico había estado en Sri Lanka durante su vida. Fue un indicio para el pueblo sinhalés de Sri Lanka de que la isla había sido elegida para proseguir con el dhamma (dharma o enseñanzas) del Buda. A pesar de su influencia, el budismo theravada también tuvo que competir con las corrientes Mahayana y Vajrayana hasta el siglo XI d.C., cuando el rey Vijayabahu convirtió en religión de estado el theravada.
Una de las razones de su estabilidad en Sri Lanka fue el estrecho vínculo que se estableció entre la monarquía y sangha, la comunidad monástica. La monarquía contribuía de modo terrenal a la salud espiritual de la religión, y esta otra lo hacía, de manera espiritual, a la salud terrenal de la monarquía. Este mismo modelo fue exportado a Tailandia y otras sociedades budistas del sur y sudeste de Asia. Así fue como la escuela theravada siguió bastante estable, sin apenas cambios desde el siglo I a.C. hasta la llegada de los ingleses.
Pese a que el primer contacto con el budismo indio fue gracias al emperador Asoka, la expansión del budismo theravada en el sureste asiático no ocurrió hasta el siglo III-V d.C. En Birmania, el rey Anawratha apoyó y adoptó oficialmente en el siglo XI el budismo theravada. Los sucesivos reyes de Birmania continuaron apoyando el budismo theravada y se desarrolló una tradición de peregrinaje a Sri Lanka. Además, el budismo birmano integró el culto a creencias locales, como el culto a las treinta y seis deidades autóctonas llamas nat (နတ်‌).
Tras unificar Birmania, el rey Anawratha ordenó que se construyeran numerosos templos en Pagan, la capital. Desde Sri Lanka también se enviaron numerosas reliquias budistas. En su apogeo, Pagan y la región albergaron 9000 templos y monasterios theravada. La ciudad fue saqueada con la invasión mongola en el s.XIII. En la imagen las ruinas de Pagan, Myanmar. (Fotografía de @Nick Irvine-Fortescue, Flickr)
Tailandia es sin duda el país en donde la doctrina theravada sigue teniendo mayor apoyo del estado. Los tailandeses o thai huyeron de los mongoles en el S.XIII y formaron dos reinos en Siam, Chiengmai y Sukhokthai. En el segundo, el rey Rama Kamheng se convirtió al budismo theravada por influencia de los monjes birmanos y se puso al servicio de sus doctrinas, hasta el punto de inventar la escritura thai. Desde la segunda mitad del s. XIX se desarrolló en Tailandia un intento de homogeneizar doctrinas y normas rituales theravada, estableciendo un sistema de educación religiosa, un sistema de exámenes (que incluyen el pali) e imponiendo una jerarquía eclesiástica con centro en Bangkok.
En países como Laos y Camboya, el ideal monástico theravada mantuvo a los monjes y monjas en estrecho contacto con el pueblo y, como en el resto de la región, la ortodoxia del budismo theravada se fundió con los cultos de los espíritus locales de gran importancia para la vida agrícola. Este hecho junto con el apoyo estatal ayudó a la supervivencia de la ortodoxia theravada en el sureste asiático.

Los textos sagrados del budismo theravada

La escuela theravada se ciñe a la primera recopilación de escrituras budistas realizada en el siglo I a.C. Se trata del Tripitaka (literalmente las “tres canastas”) recopilado en Sri Lanka y conocido como el Canon Pali. Esta obra es considerada la única versión autorizada con las palabras y las enseñanzas del Buda. El canon fue compilado en los primeros tres concilios budistas durante los primeros tres siglos tras su muerte: el primero en Rajagriha, el segundo en Vaisali cien años después y el tercero en Pataliputra, doscientos años más tarde, con el patronazgo de Asoka. El canon se conservó en un lenguaje indio medio ya desaparecido, el pali, y posee tres partes:
  • Viyana Pitaka: trata sobre la disciplina monástica. Las reglas del Vinaya controlan la vida diaria del monje y de la monja.
  • Sutta Pitaka: la recopilación de los sermones del Buda.
  • Abhidhamma Pitaka: el análisis y los comentarios sobre los dhamma, con aclaraciones filosóficas, psicológicas y éticas. Gran parte del análisis doctrinal del theravada se reúne en la tercera parte del Tripitaka y es considerada la joya de las escrituras budistas.
Desde entonces, el budismo theravada se atiene estrictamente a las enseñanzas del Tripitaka, que podemos atribuir al Buda histórico. Este tipo de budismo se caracterizaba por el uso de menos rituales, dando más importancia al estudio, al análisis y a la sistematización de los diferentes estados de meditación. Los textos sagrados más importantes para la tradición theravada son los Vinaya, con las reglas budistas a las que los monjes y monjas deben atenerse, y los Abhidhamma.
A continuación, os recomendamos 3 sutras (sutta en pali) del ya mencionado Tripitaka indispensables para conocer el budismo theravada:

Los comentarios de Buddhagosa

Buddhagosa (cuyo nombre significa “la voz de buda”) fue un monje erudito del sur de la India que fue a Sri Lanka a estudiar los comentarios más antiguos del Tripitaka en el S.V. Más tarde fue invitado por los monjes del monasterio Mahavihara para que los comentase en pali y sistematizar la interpretación theravada del budismo. Es considerado el comentador más importante del budismo theravada; sus comentarios siguen siendo la autoridad en la tradición theravada y son ampliamente leídos y estudiados hoy en día.
Durante su estancia en el monasterio escribió una guía a la doctrina y a la práctica theravada llamada Vissuddhimagga (El camino de la purificación). La obra pretende ser un resumen de todo el Sutta Pitaka (la recopilación de los sermones de Buda) según lo entiende la tradición Mahavihara del budismo theravada. La aproximación de la obra a la práctica espiritual es teórica y mental más que práctica y tiene como esquema los siete estados de purificación hasta llegar al nibbana que ya habían sido mencionados en el Ratha-vinita Sutta. Aunque no se considere una escritura sagrada, el texto Vissuddhimagga del siglo V d.C. es la mayor obra clásica del budismo theravada.
Pinturas del templo Mengle budismo theravada china
Podríamos decir que el canon budismo theravada se ha servido hasta ahora de la interpretación del Tripitaka en lengua pali que se desarrolló en el Gran Monasterio de Mahavihara y se sistematizó finalmente por Buddhaghosa en el S.V. En la imagen, frescos theravada del templo Mengle (勐泐大佛寺) en Sipsong Panna, Yunnan.
Hasta ahora no hemos encontrado ninguna traducción publicada en castellano de los comentarios de Buddhagosa, pero en inglés hay varias traducciones como Visuddhimagga: The Path of Purification y The Path of Purification: Visuddhimagga (traducido por Bhikkhu Nanamoli). Sin embargo, en castellano tenemos traducido otro importante comentario de los textos abhidhamma (la tercera parte del Canon Pali) del s.XII del sabio budista Anuruddha. Se trata de la obra Compendio del Abhidhamma: El Abhidhammattha Sangaha de Acariya Anuruddha y merece la pena leerla si queremos conocer en profundidad el budismo theravada.

Doctrinas del budismo theravada

La escuela theravada es la más antigua y la más cercana al budismo temprano y solo acepta como enseñanzas auténticas las del Buda Gautama recogidas en el Canon Pali. Por lo tanto, rechaza los sutras del budismo Mahayana y los tantra del budismo Vajrayana. Se considera relativamente conservadora y promueve el análisis y la autotransformación a través de la meditación y la introspección. Afirma que la introspección clara debe ser el resultado de la experiencia individual, la investigación crítica y el razonamiento y se opone a la fe ciega, aunque pone énfasis en la importancia de seguir los consejos de los sabios.
El budismo theravada comparte las mismas bases que el resto de escuelas budistas. El objetivo del practicante es la liberación del sufrimiento (dukkha) según las Cuatro Nobles Verdades, lo que se consigue al alcanzar el nibbana (en sánscrito nirvana), que acabaría con el continuo ciclo de nacimientos y muertes.
Lo esencial en el proceso formativo es perfeccionar la meditación a través de las reglas monásticas. La aproximación a las enseñanzas del Buda se centra en los monasterios y no en la vida laica. El monje se ha acabado convirtiendo en el ideal de todo practicante budista theravada, con las figuras canonizadas de arhats (los beneméritos, en pali arahat) como el ideal del practicante realizado. Para alcanzar el nibbana, antes se debe ser un arahat, un noble practicante y discípulo del Buda. El arhat ruega por la liberación espiritual de todos los seres, pero persigue en primer lugar su iluminación personal. Según los practicantes theravada, el nibbana alcanzado por los arahat es el mismo que el obtenido por el propio Buda. Aun así, el del Buda sigue siendo superior ya que lo alcanzó por él mismo y supo enseñar a otros.
Los arhats o “beneméritos” —chino: luóhàn (罗汉); thai: อรหันต์— son los primeros discípulos del Buda convertidos en maestros canonizados. Representan el ideal del practicante budista theravada. Un arhat no puede ser un laico porque ha abandonado su vida familiar y el apego a los bienes materiales. (Fotografía por @Jean-Pierre Dalbéra, Flickr)
En el budismo theravada también pone énfasis en el anatta o la doctrina de la negación del Yo, que afirma que no existe un alma permanente, sino que cree en la transmigración de los individuos. Para el budismo theravada en este mundo existen muchos otros sistemas aparte del nuestro. Cada galaxia tiene sus propios cielos e infiernos, su propia tierra, sus propios dioses. Los individuos transmigran a través de este inmenso sistema, asumiendo forma humana, animal o fantasmal, hasta que finalmente pueden renacer como monjes o monjas y alcanzar la liberación nibbana, la desaparición final de su individualidad. Una vez alcanzado el nibbana ya no volverán a renacer. La práctica del camino óctuple, la inteligencia esclarecedora o discernimiento (pañña), la virtud (sila), la concentración (samadhi) y el despertar (bodhi) también son conceptos especialmente importantes en el budismo theravada.

Prácticas del budismo theravada

La comunidad monástica theravada

Tradicionalmente, la meditación ha sido una parte central del budismo primitivo y una de las preocupaciones principales de los monjes y monjas. El estudio del dhamma también fue ganando importancia a medida que se compuso el Canon Pali y el número de comentarios fue creciendo. Los monjes debían mendigar para subsistir y tenían la obligación de predicar a los laicos e instruirlos en los valores de la vida social. Monjes como los Araññika (los monjes del bosque) revitalizaron la vida austera del ermitaño, en la jungla y en soledad, en cuevas y cabañas y estrictamente dedicados a la meditación.
Los monjes todavía siguen actuando como maestros espirituales, ofreciendo sermones en días festivos u ocasiones especiales. También actúan como consejeros de gobernantes (algunos incluso son miembros de parlamentos, sindicatos o directores de organizaciones caritativas). Aparte de representar y perseguir el ideal del nibbana, también cumplen muchas otras funciones y siguen siendo el foco de prácticas religiosas entre los laicos.
Un ejemplo es la ceremonia kathina, la más significativa del año en el sudeste asiático, en la que se ofrecen túnicas y otros obsequios a los monjes tras finalizar la época de lluvias. También cumplen con la función de especialistas en rituales, participando en funerales o rituales para proteger a alguien del mal gracias al poder protector del Buda. Una de las manifestaciones más comunes de este tipo de rituales de protección es la recitación de textos parittas (thai: ปริตร; en birmano: ပရိတ်).
Estos textos ofrecen una poderosa protección evitando peligros y apaciguando espíritus dañinosAquí podéis descargar once paritta de protección traducidos al español. La recitación de parittas puede durar toda una noche o incluso siete días y siete noches. Durante la ceremonia, diversos objetos como cadenas, agua bendita, amuletos y talismanes pueden impregnarse también con cualidades protectoras. En los países del sureste asiático es común que los hombres lleven pequeños amuletos con la imagen de Buda, imágenes de monjes o reyes famosos, o incluso formas fálicas. Otras formas de protección visual son los yantras, diagramas que pueden dibujarse en la ropa o usarse como modelo para tatuajes.

Prácticas theravada entre los laicos

La forma de rendir culto de los laicos varía mucho y se basa por lo general en la acumulación de méritos para alcanzar una posición más favorable en otra vida a través de obras piadosas. Para ello ofrecen alimento a los monjes, entregan un hijo o hija a la orden durante un tiempo, caminan alrededor del stupa en los monasterios o hacen ofrendas a la comunidad budista (sangha). Las ofrendas a las representaciones del Buda y a sus reliquias también son comunes.
Imagen Buda Sakyamuni en templo Xishuangbanna
(Buda Sakyamuni, templo Zongfo, Sipsong Panna, Yunnan
Los practicantes theravada siguen rindiendo culto principalmente al Buda Sakyamuni, el buda histórico o Gotama, pero reconocen la existencia de otros budas en tiempos pasados y futuros que se menciona en el Canon Pali, como Metteyya (Maitreya). Tras la desaparición del Buda en parinibbana, un Buda no se manifiesta más a los seres salvo por el poder de las reliquias y por las enseñanzas que sobreviven.
Otras figuras de culto importante son deidades locales convertidas en Budas, al igual que héroes y figuras míticas. Los Nagas, un ser mítico con forma de serpiente, que puede convertirse en humano, son representados frecuentemente como protectores del budismo. Como ya hemos dicho, la adopción de dioses locales como seres búdicos o protectores ha sido muy importante para la adaptación del budismo theravada a nuevas culturas.

La meditación en el budismo theravada 

Samatha significa “calma mental” y vipassana “visión superior”. Para llegar a la liberación y convertirse en un arhat, aparte de insistir en la ética y la vida monástica también es necesario la práctica de la meditación conjunta samatha vipassanaLa meditación vipassana es una práctica que sigue, acompaña o precede a la “calma mental” o samatha. Mientras que la meditación samatha permite estabilizar el espíritu, no es liberadora y no permite acceder a la comprensión de la verdadera naturaleza del mundo. Para ello se debe recurrir a la práctica vipassana, que permite entrar en la naturaleza última de la realidad y de ese modo desarrollar la inteligencia esclarecedora o pañña. En occidente, la presencia de prácticas theravada se debe básicamente a asociaciones y grupos laicos que practican las meditaciones y el mindfulness, en especial la meditación vipassana.
Algunos escritores contemporáneos famosos sobre las prácticas y doctrinas del budismo theravada son Bhikkhu Bodhi y Nyanaponika Thera. Otros grandes líderes theravada con varios escritos son Mahasi Sayadaw o S.N. Goenka. Todos ellos han publicado sobre la plena atención, la meditación y las enseñanzas theravada. Estos son algunos de sus libros publicados en castellano:
Meditación Sobre La Percepción por Bhikkhu BodhiEl poder de la atención de Nyanaponika TheraMeditación vipassana paso a paso por Mahasi SayadawEl Arte de Vivir: Meditación Vipassana tal y como la enseña S.N. Goenka por William Hart

El budismo theravada en China

La escuela theravada también está presente en Asia Oriental, en concreto en algunas zonas del norte de Vietnam y en el sur de China, al menos entre los grupos minoritarios Tai, De’ang, Achang, Blang y Jingpo. El grupo étnico practicante de budismo theravada más importante son los Dai (Tai) de Yunnan.
El antropólogo catalán Roger Casas Ruiz lleva años investigando y trabajando con las comunidades budistas theravada de etnia Tai en Yunnan, en concreto la región autónoma Sipsong Panna (Xīshuāng bǎnnà 西双版纳). Podéis acceder a una de sus publicaciones en castellano desde aquí. Los Dai son reconocidos en China como una de las 56 nacionalidades que conforman el país. En realidad, bajo esa etiqueta se encuentra un grupo heterogéneo que en última instancia se reconocen como descendientes de los Dai, aunque con características y dialectos muy diferentes entre sí. Entre ellos se suelen identificar como Tai Lue ( dǎi lè 傣仂).
la capital de Sipsong Panna
Al fondo, la capital de Sipsong Panna, Jinghong (景洪市) vista desde el Templo Mengle.
El budismo theravada fue adoptado como culto legitimador de las clases dirigentes Dai en los s. XIV y XV, por la influencia de monjes procedentes del norte de Tailandia y los monasterios de Kengtung en Myanmar. Como explica Roger, en la región de Sipsong Panna la vida y la práctica de los monjes budistas es más cercana a las poblaciones locales y no es tan restrictiva como la vida monacal de Tailandia. Los monjes Tai no salen a pedir limosna al amanecer, cocinan a su gusto lo que compran con las ofrendas ofrecidas, disponen de tierras comunales que incluso arriendan a campesinos locales, toman una tercera comida al anochecer (en Tailandia no pueden tomar alimentos sólidos después del mediodía) y existe una permisividad mayor en el consumo del alcohol.
En las áreas rurales de Sipsong Panna sigue vigente la tradición de que los varones Tai pasen varios años estudiando en un templo-escuela theravada durante su juventud antes de trabajar o formar una familia. Durante su estancia, muchos de ellos son invitados a comer y beber por vecinos, y los jóvenes no tiene reparo en ir a divertirse a karaokes con otros amigos laicos. Estas prácticas levantan cierta polémica entre los Tai más conservadores que se han formado en instituciones theravada en Tailandia y los que defienden las particularidades locales del ideal religioso moralmente más relajado de Sipsong Panna.
Jóvenes monjes en Xishuangbanna

Otras curiosidades del budismo theravada

  • Al budismo theravada también se le conoce como budismo del sur, y en menor medida budismo hinayana o “pequeño vehículo”. Este último término suscita polémica entre sus seguidores por el posible significado despectivo del mismo, ya que se usó para denominar a todas las escuelas del budismo primitivo que florecieron antes que el budismo Mahayana, el “gran vehículo”.
  • Aunque han aparecido templos, montañas, stupas y espacios sagrados para el budismo por todo el sureste asiático, para el budismo theravada la India sigue teniendo los lugares más sagrados de todos. Entre ellos está Bodh Gaya (donde el Buda alcanzó la Iluminación) y Sarnath (donde el Buda dio su primer sermón). El monte Sri Pada también es un lugar famoso de peregrinación para budistas theravada en Sri Lanka.
Templo Mahabodhi en Bodh Gaya, el lugar donde el Buda alcanzó la Iluminación (Fotografía por @zonelv, Flickr)
  • A lo largo de los siglos se fueron desarrollando festivales como el Vesak (Vesākha), en el que cada primavera se celebra el nacimiento, la iluminación y la muerte final de Buda.
  • El término theravada apareció por primera vez en la “colección de los discursos medianos”, el segundo libro del Sutta Pitaka (la colección de los sermones) del Canon Pali. Se usó para describir las enseñanzas de Alara Kalama, uno de los maestros que el buda estudió antes de su iluminación.
  • Algunos maestros de yoga españoles también han escrito y traducido obras de otros autores sobre budismo theravada. Los más famosos son Almudena Haurie y Ramiro Calle:

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