lunes, 27 de junio de 2011

Cereza roja sobre losas blancas




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Lo quiero
tan cálido
y prpfundo
que me haga perder el sentido,
de lo contrario que no se acerque.
Que comience
por un dedo de la mano
y termine en un dedo del pie,
pasando
por mis montañas,
mis valles y llanuras
y cautive
mi alma.



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Ella llegaba hasta él
para ofrecerle
los poros de su piel
y las yemas de sus dedos
adornados con cerezas
que comía con avidez.
Y se marchaba

con la cesta de su corazón
vacía.

____
Ella sólo le pidió
un sueño,
y él le reagló una realidad.
A partir de ese día
lo perdió
para siempre.





La exhibes




como el sol a los ojos de un preso.




la exteindes




como uan alfombra de violetas




bajo la sbotas de los militares.




La netregas,




generosa, como los senos de una madre,




La desmenuzas como un trozo de pan




para los hambrientos pájaros...









De qué sirve




desnudar así el alma




ante




quien no ve.









Masram al Nasri del libro: cereza roja sobre losas blancas.

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