sábado, 25 de febrero de 2012

Diosas buenas y malas?

V Seminario EFETA´10. "Mujeres: Mitos de ayer, de hoy, de siempre". María del Carmen Enrique Belvis. Efeta Valencia. "Diosas b from Efetavideos on Vimeo.

entrevista con Victoria Sendón

VICTORIA SENDON
- Filósofa -

"El Grial era el antiguo ‘Caldero’ donde la Madre Tierra de algún modo gestó el mundo."



Texto: Mariló Hidalgo

Estudió los dos últimos cursos de la carrera en un sólo año para salir cuanto antes de aquella Universidad. "Estábamos en época del Franquismo y mi facultad era un espanto. El que no era cura, era del Opus Dei o falangista de esos que llevaban la camisa azul puesta todo el día". Victoria se define como filósofa alternativa, "underground" como se dice ahora, y eso en aquellos tiempos era peligroso. Quizá por ello se refugió durante unos años en las aulas del instituto donde impartía clases. Desde siempre su debilidad ha sido polemizar con todo el pensamiento estereotipado: "Creo que hay que darle la vuelta a todo esto para descubrir las mentiras que nos han vendido como 'realidad' y encontrar una nueva lógica, un nuevo sentido a la vida donde la mujer sea la clave porque es la representante de la Diosa-Madre-Tierra primigenia". Escribe, da conferencias, elabora documentales para televisión, viaja... y sigue buscando.

-En tu artículo "La mujer y lo Sagrado" comentas que la mitología relativa a lo femenino ha sido totalmente pervertida y negada por la cultura patriarcal. Desde cuándo y para ocultar qué.
-Buena pregunta, como dicen los políticos. Existe una etapa anterior a la arqueología y comprobada científicamente, en la que se han descubierto sociedades no bélicas, igualitarias, solidarias -donde no existían armas- y que rendían culto religioso a la Gran Diosa-Madre de la Tierra. Se dedicaban a la agricultura, artesanía, arte, comercio... eran ya ciudades neolíticas. Cinco mil años antes de Cristo tuvo lugar una invasión en toda Europa de tribus patriarcales, guerreras, nómadas, sociedades básicamente de dominación procedentes de la zona euroasiática. Poco a poco invadieron el sur de Europa hasta llegar a Creta, el último reducto de ese modelo de sociedad matriarcal. Primero fue por la fuerza, pero la historia ha demostrado que la dominación sólo por la fuerza no pervive, así que lo siguiente fue cambiar la cultura, las creencias, los mitos, todo el orden simbólico: las diosas se convirtieron en dioses. Y hay una cosa muy curiosa, después de esto transcurren mil años de los que no se conoce absolutamente nada, se les denomina los "siglos oscuros". Hasta que aparece un "nuevo mundo" con unos dioses impuestos, sociedades basadas en la dominación, donde la mujer es relegada y obligada al sacrificio y a la sumisión total. Las armas serían el matrimonio y la familia patriarcal. La misma palabra familia, significa grupo de esclavos, hijos y mujeres al mando de un patriarca. Ahí empieza la llamada "dominación simbólica", dominación asumida inconscientemente que se ha perpetuado de generación en generación.

-¿Aquellas sociedades bélicas tuvieron miedo de las sociedades matriarcales?
-Estoy convencida, aunque científicamente es difícil de demostrar. Pero si miras a la historia existe un componente de miedo ante las mujeres con poder, por eso se las ha tachado de brujas o magas y se las ha quitado del medio. Igual que los malos tratos tienen mucho que ver con la inseguridad del propio varón ante el despertar y el predominio de la mujer, y no como consecuencia de esa tontería que dice la Conferencia Episcopal de la liberación sexual. Cuando estudias los mitos, ves que en los femeninos existen dos versiones, una anterior a la dominación y otra posterior. Las grandes diosas pasaron a formar parte del Olimpo de los dioses. ¿Desde cuándo Atenea ha nacido de la cabeza de Zeus? Atenea era la diosa de la serpiente que luego fue transformada en lo que conocemos.

-¿Por qué relacionas a la mujer con lo Sagrado?
-En la antigüedad existían religiones que estaban muy unidas a la naturaleza, conocían sus leyes, se adaptaban a ellas y las utilizaban. ¿Qué mejor representante de la naturaleza que una Diosa Madre, la Madre Tierra? Aquí, lo divino es inmanente, es decir, podemos ser cualquiera de nosotros. El acontecimiento más sagrado es dar a luz a un nuevo ser y en eso, la mujer es fundamental. Es la única que puede crear vida. Así que cuando llegan las "otras religiones", lo primero que hacen es separar a la mujer de la naturaleza y le dicen: "dominarás la tierra"... ¡Pero si no tenemos que dominar nada! Somos Tierra porque somos representantes de esa Diosa Madre, y eso abarca muchas más cosas.

-¿Cómo se descubre esto?
-Hablamos de lo Sagrado que va unido a la vida, a la realidad cotidiana. Algo que no tiene que ver con las religiones. Se trata de encontrar el sentido de la vida, la dimensión sagrada que tiene.
Estoy obsesionada con el Mito de la Caverna de Platón, que es como la película de Matrix. Nosotros estamos en un mundo que creemos que es lo real, cuando es prefabricado, donde además nos han vendido cómo lo tenemos que vivir, enfocar y pensar. Hemos perdido el sentido de la vida y sólo nos queda la supervivencia. ¿Qué es sobrevivir en este mundo? Pues hipotecar tu vida para comprar un piso, coche, etc. Te hacen ver que ésta es tu realidad y tenemos que salir de aquí, de esta caverna, de este Matrix para poder encontrar lo real. Pero al mismo tiempo, para que podamos vivir sin rechistar en medio de todo esto, no sólo nos han ofrecido mercancías sino también subjetividades: un modo de pensar, actitudes para estar en este mundo, etc. ¿Cómo nos crean estas subjetividades? Pues a través de los medios de comunicación que nos lavan el cerebro continuamente para que nos encontremos a gusto.

-¿Cómo conectar con esa realidad?
-Hay que dar la vuelta a todo, encontrar las mentiras, las falsedades, los engaños la dominación que ejercen continuamente sobre nosotros: felicidad, consumo, fama, bienestar, progreso, dinero... y encontrar una nueva lógica que nos ayude a desvelar el sentido oculto de lo que nos están vendiendo para encontrar un nuevo sentido a un nuevo orden de civilización. Salir de la Caverna es la nueva dimensión de lo Sagrado que exige actitudes nuevas, interiores, que den al traste con lo establecido.

-Es curioso que coincidan en este momento libros y películas a la hora de reflejar estos dos mundos: el que nos venden como real y el auténtico que en realidad está oculto.
-¿Sabes por qué? Porque creo que estamos cerca de vivir un profundo cambio. Esto que nos rodea no se puede mantener mucho más porque ha empezado su decadencia y puede venirse abajo en dos minutos. Pero este cambio sería muy fuerte. Hablamos de un cambio que debe de realizarse hacia algo que no existe, y esto es muy fuerte. Todas estas coincidencias de las que hablas se producen porque creo que no existe un pensamiento individual, sino que hay algo ahí, que si tú tienes las antenas preparadas, captas. Se intuye algo muy fuerte, y hay muchas señales. Y todo este cambio provocará en las mujeres un detonante que haga saltar por los aires esa dominación simbólica que aún tenemos -como intentar meternos en una talla 36-. Todo esto terminará cuando la mujer se encuentre con lo Sagrado, el auténtico sentido de la vida.

-Dices que el ser humano es un conjunto de símbolos cifrados y que la mujer debería descubrir su propio código secreto porque el que le han enseñado ha sido impuesto por el orden patriarcal.
-He estudiado mucho cómo eran en el origen los arquetipos femeninos y es impresionante ver cómo le dieron la vuelta a todo. Las diosas eran poderosas, independientes, benéficas. Bajo los signos patriarcales pasan a ser maléficas, supeditadas a un dios y sometidas al ridículo -el método más fácil para desprestigiar a alguien-. Esas claves primigenias están dentro de cada una de nosotras y aún no las conocemos: fuerza, capacidad, potencial, inteligencia, poder. Para descubrirlas tenemos que quitarnos de encima la inseguridad y potenciar al máximo la creatividad. Con ella podríamos comernos el mundo como un sandwich.

-Hablando de símbolos, contrapones el mito del Falo con el mito del Santo Grial que lo aproximas a lo femenino. ¿Qué es en realidad?
-Existen mitos que están en nuestro inconsciente y que van tomando distintas formas a lo largo de la historia. Este Grial era el antiguo caldero donde se hizo el mundo, donde la Madre Tierra de algún modo gestó el mundo. Es el vientre que luego pasó a ser el caldero de las brujas -mujeres sabias que conocían los misterios de la naturaleza-, y que pronto fue destruido por el conocimiento de curas, teólogos, médicos... El caldero es el vientre de la Diosa, la Madre de donde surgen todos los seres vivos. Y como todo eso es temido por la cultura patriarcal pues primero lo subliman, "Santo Grial", "copa de Cristo"; luego se hace inalcanzable: clave de la sabiduría, inmortalidad; y por último, se convierte a todo ello en masculino. En el fondo están dejando patente que la clave de todo está ahí, en el caldero, en el vientre, en la mujer.

-¿Por qué hablas de "la genoma" en lugar de "el genoma"?
-Está demostrado científicamente que el cromosoma Y aparece mucho más tarde en el proceso evolutivo y es una adaptación al medio. Creo que las raíces del miedo masculino son tan profundas que podrían encarrilarse en este sentido: es un ser supernumerario, es decir, no fundamental como contraposición a lo femenino. He pensado que esa necesidad de dominación, le vendría precisamente de esa intuición que arraiga en lo más profundo de sí. Lo femenino es muy fuerte y no hay que olvidar que todos los fetos son femeninos hasta los ocho meses.

-¿Y dónde crees que reside el auténtico poder de la mujer?
-Precisamente en eso, en ser mujer. Primero tiene el poder de engendrar, luego la decisión sobre ello. Pero además tiene otros poderes que si no los desarrolla no existen: intuición, comprensión distinta del mundo unida a la naturaleza, etc.

-¿Por qué la mayoría de las culturas han temido la sexualidad de las mujeres y han intentado tapar esto con la moral, las normas o el pecado?
-La sexualidad del hombre es compulsiva, puntual. La de la mujer es difusa, con muchas zonas erógenas, extensiva... Hay que dar la vuelta a la tortilla y el hombre debe aceptar su virilidad en base a sus posibilidades, con sus límites, y no intentar suplir eso con el culto al músculo, la fuerza, las guerras, la competición...

Victoria Sendón continúa hablando apasionadamente de la historia oculta tras la Historia. Del auténtico génesis femenino grabado en el interior de cada mujer a la espera de ser descubierto. "Nosotras mismas somos un mito a realizar", concluye.

Victoria Sendón de León

Victoria SENDÓN DE LEÓN




De ser filósofa... "underground" -dice ella-...

"Me presento y me represento : mujer-feminista-ciudadana del mundo. Creo que sería suficiente, pero añado por conceder algo a “la sociedad del espectáculo” : filósofa de formación, videasta de adopción, escritora de corazón..., de momento. Nómada de vocación. La filosofía me ha dado las ganas de polemizar con todo pensamiento esclerotizado ; mis vídeos son humo virtual que reinaron por un día y una hora en algún medio de comunicación : por ahí andarán ; la escritura no es más que mi necesidad de vivir lúdica y comprometidamente, mi permanente seducción por las palabras. Los libros permanecen : “Sobre diosas, amazonas y vestales” (ZERO ZYX), “La España herética” (ICARIA), “Más allá de Itaca” (ICARIA), “Agenda pagana” (HORAS Y HORAS), “El feminismo holístico” (CUADERNOS DE AGORA). Otros andan dando vueltas por diversos despachos en busca de editor/a. En preparación, otro par de ellos. Todo lo demás pertenece a mi vida privada : intensa, mediocre, comprometida, distante, apasionada, indiferente, divertida.. no aburrida (nunca), larga y corta, valiente y cobarde..., en fin, nada que tú no sepas. "




¿QUÉ ES EL FEMINISMO DE LA DIFERENCIA ?
(Una visión muy personal)



VISITA EL BLOG DE VICTORIA SENDÓN
Nota de Mujeres en Red Año 2006
Pionera como siempre ;-), Victoria Sendón tiene ya su propio blog así que además de los textos que encontrareis en esta página os invitamos directamente a vistar el BLOG "CASANDRA" de VICTORIA SENDÓN.
http://victoriasendon.blogspot.com/




Otros textos:
Mujer y globalización: el planeta de los simios locos
Las torres gemelas
Todas somos Barbara Lee
La genoma humana

Nota: Estos son algunos de sus textos pero la verdad es que Victoria participa activamente en la dinámica cotidiana de Mujeres en Red así que si utilizans nuestro buscador localizado en la primera página, seguro encontrarás otros textos de interés.



Bibliografía:

- Más allá de Itaca, Barcelona, Icaria, 1980;
- Sobre diosas, amazonas y vestales. Utopías para un feminismo radical, Madrid, Zero Zyx, 1981;
- Agenda Pagana. Ed. Horas y Horas
- Feminismo holístico, Madrid. Cuadernos de Ágora, 1994
- Marcar las diferencias. Discursos feministas ante un nuevo siglo. Icaria. Más madera. 2003

lunes, 6 de febrero de 2012

UNA ANTROPOLOGA: KAPLAN

Para combatir la mutilación genital hay que tener en cuenta los comportamientos de las comunidades de origen”

Un día, una niña le contó a Adriana Kaplan que la abuela había cogido a su hermana pequeña y se la había llevado al bosque, junto con otras niñas de la casa. Allí, habían celebrado su ritual de paso a la edad adulta, que incluía el corte del clítoris. “¡Nunca, nunca se lo haré a mis hijas!”. Ese grito de la niña le dio fuerzas a la antropóloga feminista para proponer a la vicepresidenta de Gambia un ritual alternativo y respetuoso con las tradiciones, pero en el que la mutilación genital de las niñas no tuviera cabida.

Adriana Kaplan nació en Argentina en 1956 y ha dedicado gran parte de su vida a investigar sobre las migraciones senegambianas en España y a prevenir la mutilación genital femenina. Coordina el Grupo Interdisciplinar para la Prevención y el Estudio de las Prácticas Tradicionales Perjudiciales de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Dentro de él impulsó un observatorio que arroja una información privilegiada para abordar las estrategias de prevención de la ablación.

Afincada en Gambia la mayor parte del año, Kaplan se ha ganado el respeto de la gente de los poblados en los que vivió dieciséis años. A pesar de ser “extracategorial y diferente”, como ella misma dice, fue adoptada por una familia africana y bautizada con el nombre de Mariama Sibo Janke, en honor a la rectitud de su moral.

Entre 100 y 140 millones de mujeres y niñas sufren las consecuencias de la mutilación genital: sangrado severo, problemas urinarios y, más adelante, complicaciones en el parto e incluso la muerte del bebé. ¿Cuáles son, pues, los motivos que hacen que esta práctica se mantenga tan viva en algunos lugares?
Otorga identidad étnica y de género y favorece la cohesión social. Además, responde a la creencia de que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos y facilita el control de la sexualidad femenina. Otro motivo es la convicción de que la mutilación aumenta la fertilidad y la seguridad durante el parto.

¿No entran en juego causas religiosas?
También; la mutilación se interpreta como una obligación religiosa. Sin embargo, el Corán no indica eso en ninguna parte y no todos los musulmanes la practican.

¿Está relacionada con el índice de desarrollo del país en el que se practica?
No; tiene que ver con la identidad étnica. Hay etnias que la practican y etnias que no, como la Wólof, mayoritaria en Senegal. Además, tiene que ver con la identidad de género. Los hombres también tienen su ritual y su circuncisión. Lo que hay que entender es que no es lo mismo la circuncisión de los varones que la de las mujeres.

Te muestras muy crítica con el trabajo de las ONG para el desarrollo y con el de las Naciones Unidas…
No es mi intención, pero es que es muy duro comprobar que 25 años de trabajo y millones de dólares empleados han tenido un impacto casi nulo. En Egipto, por ejemplo, sólo se ha logrado reducir la prevalencia de la práctica de la mutilación genital femenina de un 97% a un 96%. Y Egipto es uno de los países más desarrollados de África. Es como si vendiéramos humo; algo estamos haciendo mal.

¿Mirar con ojos occidentales?
Y empeñarnos en eliminar el rito en el que se da la mutilación, sin tener en cuenta la significación psicológica que ese rito conlleva en las etnias que la realizan.

Eliminar, prohibir, perseguir… ¡Nunca funciona!
Nunca; así conseguimos justo lo contrario. Con esa agresividad no podemos entrar en un poblado. No hay que olvidar, además, que también los gobiernos se posicionan a favor de la mutilación.

Por el contrario, la propuesta de tu equipo, consciente de que el fin de la mutilación es un proceso, busca resultados pequeños pero incesantes.
Nuestro proyecto va poco a poco. Primero, diseñamos un currículo académico para transversalizarlo en Anatomía, Fisiología, Ginecología, Obstetricia, Medicina Comunitaria y Psicología. Después, el profesorado, consciente de que no tiene la información suficiente, nos demanda formación. De ahí sugiere también una nueva capacitación para las comadronas que van a entrar en los poblados y, mientras, aprovechamos para comprobar que las y los profesionales están incorporando debidamente la información que recibieron. Es investigación aplicada a la transmisión de conocimiento, lo que supone resultados en cascada que la gente hace suyos porque ve en primera persona la necesidad de conseguirlos.

El observatorio para la prevención de las mutilaciones genitales femeninas tiene una base en Gambia y la otra en Cataluña, una de las comunidades con más presencia de población subsahariana. ¿Qué medidas preventivas está tomando el gobierno autonómico?
Medidas judiciales y policiales. La prevención la hacen los policías, pasando por alto que yo no quiero interlocutar con un policía, sino con la maestra de mis hijas, la enfermera, mi pediatra, mi ginecóloga. Detrás de esta estrategia hay toda una instrumentalización política: nuestros policías salvan vidas de niñas. Este discurso paternalista de uniforme es el que cala en la sociedad.

Y el que criminaliza y estigmatiza. ¿Qué consecuencias tienen estas medidas?
Que las madres y los padres, en cuanto pueden, sacan a las niñas del país por temor a que una Mossa D’Esquadra toque el timbre de su puerta, les lleve al juzgado y les retenga los pasaportes. Se llevan a las niñas a África, donde las mutilan y las casan al tener la primera regla. Así, le has truncado la vida y la oportunidad que podían haber tenido aquí.

Mutilación genial, también en occidente

Fatema Mernissi decía que el harem de Occidente es la talla 38. ¿Cuál es la mutilación genital de Occidente?
El piercing, el dry sex [penetración vaginal sin lubricación, dolorosa por tanto para la mujer] o la cirugía vaginal para reducir los labios menores. Son prácticas que se realizan en Occidente y que están catalogadas por la OMS como formas de mutilación genital femenina, concepto que “comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos”. Algunas de esas formas se llevan a cabo por voluntad propia de las mujeres, para embellecer el cuerpo o siguiendo modas importadas de otras culturas. Este hecho es una diferencia importante respecto a los otros tipos de mutilación, donde las niñas son sometidas a la intervención sin capacidad de decisión sobre sus cuerpos y su integridad.

De manera que en Occidente también se practican mutilaciones genitales. Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno…
Sí, y más cuando tenemos construidos ciertos estereotipos sobre lo bárbaros y lo salvajes que son en África. La mutilación hace que se refuercen esos estereotipos y que, en consecuencia, construyamos una relación entre víctima y torturador que criminaliza y que no va a ninguna parte.

Una vida en Gambia

Blanca, rubia, occidental, feminista… ¿Una más en el poblado?
Soy extracategorial y diferente. Nunca voy a ser una más en el poblado, por muchos años que viva allí y a pesar de haber establecido vínculos afectivos. Dentro del grupo de las mujeres madres, sin embargo, la relación es muy paritaria. Mis dos hijos se criaron en Gambia.

Y, además, no circuncidada…
¡Sucia! Cuando me adoptó mi familia africana, tras varios años de vivir en el poblado, mi madre africana me dijo que estaba a tiempo de purificarme, de cortarme el clítoris, aunque yo ya tenía la regla e incluso a mis dos hijos. Jamás han cogido un jarro de agua mío o han tocado mi comida porque soy una mujer que a través de mi impureza contamina los alimentos.

No obstante, te otorgaron un lugar en su sociedad cuando tu familia te adoptó a través de un ritual.
En ese momento, la relación con el poblado cambió. Me bautizaron con el nombre de Mariama Sibo Janke; Mariama, porque es parecido a Adriana y porque significa María, como la virgen que es blanca y Sibo Janke, porque así se llaman esas palmeras altas y rectas. Aunque extracategorial y diferente, dicen que soy una mujer de rectitud moral. Gracias a la adopción me sentí muy protegida y muy querida. También sentí que había adquirido una gran responsabilidad para mantener el respeto que me habían demostrado y para seguir las normas que conllevaba ese ritual.

¿Cómo recuerdas tu primer contacto con la mutilación genital?
Fue en 1992, cuando en el poblado en el que vivía se produjo un ritual de iniciación. Fue un golpe muy duro, durísimo, ver la vitalidad que tenía y la fuerza con la que las mujeres se encargaban de mantener esa tradición. No era un tema que había estudiando durante la carrera y se había quedado ahí, sino algo que estaba muy vivo.

Algún momento decisivo de tu vida en Gambia…
Cuando me adoptó mi familia africana, yo tenía dos hijos varones. Una de mis hermanas adoptivas tenía una niña, Rogi, y estaba embarazada de otra. “Se llamará como tú y las dos serán hijas tuyas -me dijo mi hermana-, así tendrás dos varones y dos mujeres”. A Rogi la conocí cuando gateaba y desde el principio estuvimos muy apegadas. Asistí a su ritual de iniciación, pero escondida detrás de una cámara por la dureza de aquel momento. Pedí que no tocaran a la niña más pequeña, Mariama, si realmente la consideraban mi hija. Unos años más tarde, después de volver de un viaje, Rogi me dijo que tenía que contarme un secreto muy grande y me llevó a la playa, donde nadie pudiera oírnos: la abuela había cogido a Mariama y a otras niñas de la casa y se las había llevado al bosque. Rogi extendió su dedito índice y me dijo: “¡Nunca, nunca se lo haré a mis hijas!” Eso fue muy potente y me dio fuerza para proponerle a la vicepresidenta un rito de iniciación respetuoso y alternativo, en el que la mutilación no tuviera cabida.

¿Qué significa Gambia para ti?
Uh… Yo he renacido en Gambia. Gambia significa una nueva vida, me ha removido las entrañas como persona, como mujer y como profesional.

En pocas palabras

Lo sugerente: Los sonidos del silencio

Lo deserotizante: La política

Lo pendiente: La sensatez

Un éxito: Que el gobierno haya asumido como propio el Programa de Prevención de las Mutilaciones Genitales Femeninas en Gambia.

Algo como para tirar la toalla: La impunidad

Una feminista: Dolores Juliano

Una época: Hoy

Un lugar en el mundo: Gambia

Legislar no basta para erradicar la ABLACION

“La ley de prohibición de la ablación femenina por
sí sola no va a acabar con una tradición milenaria”
Adriana Kaplan, antropóloga


Adriana Kaplan es la coordinadora del Grupo Interdisciplinar para la Prevención y el Estudio de las Prácticas Tradicionales Perjudiciales de la Universidad Autónoma de Barcelona, y una antropóloga con una visión muy clara sobre un tema que hay que afrontar con valentía y sin complejos: la ablación de los órganos femeninos…


La ablación femenina es un tema sobre el que hay muy poca investigación seria y documentada: lo delicado del asunto, por un lado, y la criminalización de un problema que, sobre todo, debería competer a la concienciación y la educación, ha hecho que se convirtiera en un tema “tabú”.

Según la legislación española, si una niña viaja al país de origen de sus padres y allí se le practica la ablación, cuando vuelva será doblemente castigada: se la confinará en un centro de menores, y se encerrará en prisión a sus padres. Deberíamos de tener en cuenta que, en su país, la práctica de la ablación está plenamente integrada al hecho de ser mujer, y que sus padres lo hacen, equivocadamente, por el bien de sus hijas.

Lo que eso significa es que éstas prácticas, obviamente censurables y reprobables, sólo se podrán combatir desde la educación, el respeto a otras culturas y la comprensión plena, (que no aceptación), de un hecho que representa un rito de iniciación a la vida adulta. Iniciativas como las de Adriana Kaplan, que ha logrado crear puentes tanto aquí en España como en un país africano como Gambia para poder seguir el desarrollo del problema en profundidad son cruciales.

Entre las medidas que destacaría puestas ya en marcha por el equipo de la Universitat Auntónoma de Barcelona y que han demostrado su eficacia están, por ejemplo, la de una carta oficial y sellada que las familias que vuelvan a Gambia de vacaciones deben llevar para enseñar a sus mayores, a fin de que entiendan las graves consecuencias que puede tener la ablación para las niñas a su vuelta a España.

Pero la iniciativa que me parece más atrevida, innovadora e inteligente es la de crear y proponer un rito de iniciación “alternativo” al que incluye la ablación: un rito de paso que incluyera la significación psicológica de “convertirse en mujer”, que fuera aceptable para su cultura, y que no incluyera la mutilación como elemento.

Desde luego, es una idea que me parece magnífica, aunque se está actuando con pies de plomo: Gambia es un país inestable, se está observando una vuelta a fórmulas tradicionales, y no se quiere sustituir la ablación por algo peor…

Ahora mismo, el proceso se encuentra en una fase, como la misma profesora Kaplan ha comentado, “política”: tejer acuerdos, formar médicos…

No obstante, hace unos meses se produjo una noticia espléndida: la profesora Kaplan logró un compromiso por parte de el Ministerio de Salud y la Vicepresidencia del Gobierno de Gambia a fin de diseñar un plan conjunto para prevenir las prácticas de mutilación femenina.

Es un gran avance en un país que, hace 10 años, prohibió cualquier trabajo de sensibilización sobre la ablación femenina, y es sin duda la vía principal que debería tomar el tratamiento de una conducta que es un delito en España.

Os dejo con ésta entrevista a la doctora Kaplan publicada en Canal Solidario el 29/10/2009.

¿Cual es el significado de la ablación según el país donde se practica?
La ablación forma parte de un ritual de iniciación a la vida adulta. Un ritual para formar parte de la sociedad secreta de las mujeres. Tiene tres partes: una física, donde se produce la mutilación del clítoris; otra donde se produce la transmisión cultural; y la última, que da pertenencia social. También se apela a razones religiosas, como en el caso de las musulmanas, pero el Islam no lo dice. O la creencia de que el clítoris puede crecer demasiado, que es algo que pincha, que molesta en las relaciones sexuales, que provoca la muerte del niño en el parto, etc.

Según la ONU, más de 100 millones de mujeres han sufrido la mutilación genital femenina en todo el mundo. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud y Unicef dicen que la práctica de la ablación ha disminuido. ¿A qué se debe?
No es del todo cierto. Se han producido cambios tímidos en algunos países, pero en otros ha aumentado. Lo que pasa es que la OMS ha dado mucho dinero a ONG’s “profesionales de la subvención”, que se han montado el chiringuito con este tema porque vende, pero no han hecho nada y lo que no pueden decir claramente ahora es que han fracasado y han desperdiciado el dinero.

En 2005 vuestro equipo consiguió que el gobierno de Gambia levantara el veto que prohibía hablar del tema y se abrió un diálogo para luchar contra la ablación. ¿Cómo lo hicisteis?
Nosotros pretendemos un cambio desde el respeto, entendiendo su cultura. Por eso la vicepresidenta de Gambia estaba tan encantada con el proyecto. “Usted ha visto con ojos africanos”, me decía. Nuestra propuesta alternativa permite seguir manteniendo el significado del ritual. El gobierno de Gambia ha dado la bienvenida a este proyecto, porque estamos invirtiendo en el país, dejamos el conocimiento en su gente y sin que les cueste nada.

El año pasado un grupo de policías autonómicos catalanes viajaron a Gambia para informar a sus habitantes sobre las medidas legales que se tomaban respecto a la ablación. ¿Qué opinas sobre este tipo de intervención?
Me parece terrible. ¿Cómo es posible que dos policías vayan a un país a predicar y en una semana pretendan convertir a los poblados? ¿Cómo es posible que ningún periodista se haya preguntado lo absurdo que eso resulta? El viaje estuvo a punto de provocar un conflicto diplomático. En un ejercicio de soberbia viajaron a Gambia en misión oficial sin el conocimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores ni del Gobierno de Gambia. Estamos humillándoles permanentemente.

¿Qué le parece el Protocolo de Prevención contra la mutilación genital femenina elaborado por la Generalitat de Cataluña?
Me parece bueno, pero la aplicación es perversa. En 2004, denunciamos al Síndic de Greuges [Defensor del pueblo en Cataluña] las actuaciones que se estaban llevando a cabo: la retirada de pasaportes a familias sospechosas de poder practicar la ablación en su país, la prohibición de salir de Cataluña hasta los 18 años y la revisión de genitales de las niñas cada 6 meses hasta los 18. En nombre de la defensa de un derecho humano fundamental estás conculcando dos: el derecho a la libre circulación y el derecho a la intimidad. La policía y la justicia son importantes, pero en este problema son el penúltimo y el último eslabón.

Entonces, ¿cómo se debe combatir la mutilación genital femenina?
A través de la formación a profesionales de atención primaria: médicos, educadores sociales y profesores; con la creación de materiales de información y sobre todo proponiendo la alternativa de iniciación sin mutilación. Es decir, respetar el rito, conservando el traspaso del conocimiento y la pertenencia al grupo pero omitiendo la fase de la mutilación. Desde Gambia se forma a todos los estudiantes y los profesionales de la salud desde el sistema público, lo cual es sostenible para el propio país, porque es gente que ya está legitimada en las comunidades.

¿Estamos interpretando de manera equivocada el problema desde occidente?
Es un tema tremendamente mal tratado. Estamos reforzando el estigma que ya recae sobre estas personas y el abordaje que hacemos es criminalizador. Cuando te atacan, te refugias. ¿Cómo? Llevándote a las niñas a Gambia o a donde sea. Es importante contextualizar, entender el significado y por qué tiene tanto arraigo. Una de las experiencias que más me ha marcado fue el encuentro con una mujer africana que me dijo: “Yo no soy una criminal, yo quiero a mi hija”. Cuestionamos hasta la forma de querer a sus hijos.

¿Hasta dónde llega el respeto y la tolerancia por una práctica cultural?
Se nos ha acusado desde sectores feministas radicales de defender prácticas que atentan contra los derechos. No es cierto. La obligación que tenemos no es relativizar, es comprender y no juzgar. Y desde la compresión, proponer. Eso es lo que hacemos.