Libros, poemas, imágenes, miradas, leemos en los objetos cotidianos, nos apropiamos de herramientas con las que construir una realidad más apacible, cómplice y alegre. Te escucho....cuéntame. Leer es partir, es emigrar, una ventana, un aire nuevo en el que envolverse y cubrir lo que nos rodea. Gracias por tus comentarios.
lunes, 29 de diciembre de 2008
Es asi, una canción preciosa.
o inventar con un trozo de tela una flor
encender la mañana con sólo ponerse a reír,
abre alguna ventana y el aire se cuela feliz,
como nunca fui sin ella.
Ella teje una historia de luz y algodón
y a su paso la sombra se vuelve color,
nunca dice "soy tuya" al igual que la luna de abril
pero diario se entrega brillante y entera,
completa, sincera.
Entre tanto que ampara mi canto
no hay nada que pueda decir
para hablar de sus labios no hay versos exactos ni rima sutil.
Es así y así será.Es así y nada más.
Ella juega con Marte y lo vuelve tapiz,
dobla al mundo en dos partes, amar y vivir,
puede ser que alguien antes soñó entre su pelo soñar
pero no entre su sueño, como me desvelo
soñando con ella.
Ella tiene en los ojos la buena canción
y en el pecho y la espalda una constelación,
desamarra huracanes, me abraza y apaga la luz,
cuelga al tiempo en la percha detrás de la puerta
y luego se acerca.
http://www.youtube.com/watch?v=HyOrKJ3xNZw&feature=related
sábado, 27 de diciembre de 2008
La tortuga de Darwin
http://www.teatroelcruce.com/?AP=mon&ID=25
http://es.youtube.com/watch?v=lwH7W7H3SsE&feature=related
“Carmen Machi lleva a cabo una auténtica creación: por composición física, por colocación de la voz y de las réplicas. Rebosa ternura, ironía, ingenuidad y malicia, y conmueve al evocar, en cuatro frases, la muerte de su hijo. Te ríes, y sufres por ella y su bondad acosada, y aplaudes, cómo no, el giro final. De tener posibles, yo pondría un teatro a sus pies.”Marcos Ordoñez, Babelia, 01-03-08
A qué hace referencia el título de la obra: La Tortuga De Darwin?-
- Harriet es el mismo nombre que llevaba una de las tortugas que Darwin se trae de las Islas Galápagos a Europa en 1836 y, como tal; el propio autor de la obra (Juan Mayorga) deja el nombre. En este caso lo llevo yo encima. Es una tortuga bicentenaria, y a través de ella, el autor se imaginó qué pasaría si se escapa del jardín de Darwin; de manera real, porque estaba viva hasta hace poquito, hasta el 2006 más o menos. Y en este caso Harriet es testigo de excepción de la historia de la humanidad durante dos siglos, y el autor imagina cómo lo ve un animal desde la inocencia a ras de tierra, viendo al ser humano de abajo a arriba, qué opina.
¿Cómo es Harriet?
-Harriet es un encanto de personaje. Ya había dicho que sí antes de leer el guión, con todas sus consecuencias. Cuando cojo el texto, me olvido de que es un animal el que está “hablando”, aunque no podía evitar las inquietudes ¿Y cómo hago de tortuga? ¿Cómo se mueve?¿Cómo debe "hablar"? Pero gracias a las pautas de un gran director como es Ernesto Caballero, supe cómo afrontarlo. Otra cosa que me ayudó fue que en el texto no leía “la tortuga” sino “Harriet” cada vez que hablaba, no era un simple animal. Lo interesante, es que la tortuga no tiene punto de vista, cuenta cosas muy fuertes de la historia, las guerras, el holocausto; y como actriz y persona te implicas moralmente, y tienes que interpretar a un personaje que “no tiene moral” en ese aspecto, es neutral. Cuenta con situaciones muy inverosímiles a priori, pero cargadas de verdad.
¿Cómo lleva lo de caminar a cuatro patas? –(Risas) Afortunadamente, desde que se sube el telón; permanezco poco tiempo en la posición de una tortuga, también estoy bastante tiempo sentada.
¿En qué se parece Carmen Machi y Harriet?
–Por desgracia, en nada. Es un personaje que me ha dado una riqueza profesional y personal inmensa, pero no se parece en nada a mí. Como intérprete, debes buscar un personaje lo más alejado posible de ti mismo. Es lo mejor que te puede pasar. Cuando el personaje es grande, tú debes alejarte, pero dando mucho de ti mismo; desde la distancia claro, porque si no, tienes un problema. Hay que tener intuición, ser observador; pero no asomarte. Pasar del anonimato más absoluto y darle luz propia al personaje. Para que sea él quien brille.
¿Qué ventajas encuentra en el teatro frente al otro medio que emplea mucho como es la televisión?
–No me gustan las personas que menosprecian el trabajo de la televisión. Los que creen que es un trabajo de menos categoría. Es un medio muy difícil, en el que todo es muy deprisa, muy urgente; y requiere una concentración y un aguante muy fuertes. Además tiene mucho mérito. Pero dejándola a un lado, el teatro te da mucha sensación de poder, y sobre todo de respeto. Más aún cuando estás sobre el escenario. No tienes al director, ni hay nadie diciendo “corten” si sale mal. Ahí es un “todo o nada”, donde tienes total libertad y donde tienes que darlo todo. Un día me planteé esa cuestión. Estaba en plena actuación, haciendo de coja con un bastón, y pensé: ¿Y si de repente me levanto y le digo al público... iros a la mierda? (Risas). El actor es totalmente libre de sus actos sobre un escenario, y encima añadimos el hecho de que la gente no sabe cómo es la obra. Es lo maravilloso del teatro, la proximidad con el espectador y el “aquí y ahora”.
¿Cómo lleva memorizar tanto texto sin saturarse? –La televisión me tiene muy entrenada. La memoria de la televisión es de usar y tirar, porque todo no cabe en “el ordenador”. En esta obra hay monólogos muy largos y si no los memorizo, llego muy nerviosa a los ensayos (risas). Aunque, siendo sincera; no me gusta tenerlo todo sabido al llegar al ensayo, sino ir creciendo a la vez que el propio texto. No lo memorizo y luego creo el personaje, hago las dos cosas al mismo tiempo; con ayuda del director claro, él me guía y construye la mayoría, y muchas veces hay que ser obediente, por mucho que te moleste (risa). Quizás el menor problema en todo este proceso sea aprenderse el texto.
Cuando interpreta, ¿A qué grado de improvisación llega? –Aunque no lo parezca, en la televisión, que es el medio en el que más he estado últimamente; todo está muy medido. Normalmente se improvisa cuando hay un accidente. En Aída, por ejemplo, deben haber tres chistes cada minuto más o menos: uno verbal, uno visual y uno con doble sentido. Está todo muy marcado. O imagínate, un caso peor; una obra teatral en verso clásico y que se te vaya el texto... ¿Cómo improvisas eso? Normalmente lo tienen todo medido.
De toda tu trayectoria teatral, que es considerable, ¿Qué personaje recuerdas con más cariño? –Éste. Es muy difícil que una actriz se encuentre con un personaje de semejante dimensión. Y éste personaje se hará mucho, espero; por todo el mundo. No por mí, lo hará otra actriz y van a haber otras funciones, etc. Y tengo la sensación de que a ser uno de los grandes personajes que va a existir en la literatura contemporánea, en el teatro contemporáneo. No es un dibujo, es un personaje muy intenso, muy tremendo, con esa carga, aparte de poética, de comedia, de emoción; y como testa contra toda la historia de la humanidad. A nivel personal y artístico me está dando unas cosas hermosísimas. Sufro un orgasmo cada vez que lo hago, termino agotada (risas). Requiere mucho amor. Es todo un reto como actriz. Es un regalo impagable. ¿Temes encasillarte? Que la gente cuando te vea no diga: ¡Ah! Es Carmen Machi, me encantó en La Tortuga De Darwin sino siempre: Aída. ¿Temes quedarte siempre con esa etiqueta? –Encasillarse no es que la gente te recuerde por un papel en concreto, sino que tú mismo como actor hagas siempre el mismo papel en proyectos diferentes.
por Abián De La Cruz, para Los Andares De Charlot, a miércoles 7 de mayo de 2008.
viernes, 26 de diciembre de 2008
La estepa infinita (fragmentos)
...fue en aquella cabañan por donde me escapé de Siberia, bien leyendo allí, o bien llevándome libros a casa. Gracias a esa biblioteca y a dos profesores extraordinarios, desarrollé uan pasión permamente por los grandes novestas y poetas rusos. Fue allí donde aprendí a hacer cola con paciencia hasta que llegaba el turno de sentarme ante una mesa y ponerme a leer, o donde aprendi a esperar - a veces durante meses- a que un libro estuviese disponible. Fue allí donde aprendí que leer no es sólo un gran placer, sino tambi´nun privilegio. ( pag 190)
Aquella mañana cuando elmaraviloso mundo en que vivía llegó a su fin, no regué las lilas que había junto al estudio de mi padre.
La fecha era junio de 1941 y el lugar Vilna, una ciudad en el rincón nordeste de Polonia. Yo tenia diez años y creía que en una mañana como aquélla la gente de todo el planeta se dedicaba a cuidar de su jardín. Las guerras y las bombas se detenían en la entrada, sucedían al oro lado de sus cercas.
Nuestro jardín era el centro de mi mundo, el lugar en que yo deseaba permanecer para siempre.( pag 11)
Ni siquiera Siberia habia sido capa de acabar con el amor a la vida e mi padre, cn su encanto y su alegría. Y alli, en Siberia, había sido esa luz brillnte la que me habia dado calor una y otra vez. ( pág.155)
Aquella exclusión era el lazo de que nos unía. ( pag 210)
Caminar sola por la estepa era el momento ideal para soñar despierta. ( pag 212)
Le dije adiós a la estepa: al viento, a la nieve, al calor, a la monotonía. Tambien a sus espacios, que primero me habían llenado de terror y luego me habían calmado y serenado. Le dije adiós a la belleza incomparable de la estepa" ( Pag 247)
jueves, 25 de diciembre de 2008
LA ESTEPA INFINITA
ESTEPA INFINITA, LA
Autor:
Hautzig, Esther
Colección:
Narrativa
Título original:
ENDLESS STEPPE, THE
Traductor:
Santiago Del Rey Farrés
ISBN:
978-84-9838-177-1
Núm. pags.:
256
Tipo edición:
Rústica
PVP:
16,00 €
El enternecedor y laureado relato autobiográfico de Esther Hautzig se ha convertido en un auténtico clásico leído por sucesivas generaciones en Estados Unidos y Europa. Publicado hace casi cuarenta años y traducido ahora por primera vez al castellano, narra la historia de Esther y su familia, quienes a principios de la Segunda Guerra Mundial fueron deportados a Siberia, donde hubieron de permanecer cinco años. Arrestados en su casa de Vilna, Polonia, Esther, sus padres y su abuela son encerrados en vagones de ganado y enviados a un penoso viaje cuyo destino desconocen. Tras seis largas semanas, el tren se detiene en Rubtsovsk, una remota localidad de la inmensa estepa siberiana. Siberia es el final del mundo, el sitio elegido por los soviéticos para castigar a los delincuentes comunes y a los disidentes políticos. Confinados en aquel agreste lugar, sólo la fuerza y el ingenio les permitirá no sucumbir y sobreponerse a las condiciones más adversas.Elogiada por el contagioso optimismo con que la joven Esther recuerda su terrible peripecia, la obra fue nominada al Nacional Book Award en 1969 y recibió numerosos premios, entre ellos el Lewis Carroll Shelf Award, Jane Adams Children’s Book Award, o el Prix du Livre pour la Jeunesse de la Fondation de France, en 1987.
lunes, 22 de diciembre de 2008
FOMENTAR LA LECTURA
Se pretende obligar a las bibliotecas públicas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para 'resarcir' a los autores. Mientras la gente de a pie apenas llega a fin de mes, los ya millonarios se forran a cuenta nuestra. No consientas tamaño atentado contra la cultura y pasa este mensaje a todos tus amigos.
POR EL PLACER DE LA LECTURA:
La SGA (Sociedad General de Autores) ataca de nuevo, José Luis Sampedro
POR LA LECTURA
Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.
Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía deguardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.
Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.
Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:
a) obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.
Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.
Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.
¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!
sábado, 20 de diciembre de 2008
POESIA Jose Luis Sierra
Abro la espesura y la lluvia me abraza
abro la puerta para encontrar tu río...
http://www.ritualmonografico.com/index.html
LIbros del 2008 recomendados...
http://www.fundaciongsr.es/pdfs/Lo+08.pdf
martes, 2 de diciembre de 2008
DESTINOS CLANDESTINOS
www.webislam.com/?idv=1237
Documental en castellano, 90 mim
lunes, 1 de diciembre de 2008
Palabras sobre Teatro
Una militante guillotinada
Por Cecilia Hopkins
“Nací con un carácter apasionado y un corazón demasiado sensible que me arrastraron demasiado lejos y me perjudicaron mucho”, reflexionaba la francesa Olympe de Gouges en los días de la Revolución, con Robespierre al poder. Apasionada por el teatro, militante por los derechos de la mujer, esta hija ilegítima de un aristócrata fue guillotinada a los 43 años, antes de concretar sus proyectos de impulsar un impuesto al lujo, crear un teatro nacional y un cuerpo de guardia de mujeres. Para rescatar su lucha, la española Margarita Borja escribió y dirigió Olimpia o la pasión de existir en colaboración con artistas locales y españoles, en el intercambio entre el Encuentro de Mujeres del Festival Iberoamericano de Cádiz y la Red Magdalena Latina. Dice la autora: “La historia de la lucha de las mujeres por sus derechos, transmitida desde el Neolítico y resignificada por Eurípides, enlaza en desmesurado salto temporal con el momento en que, gracias a los principios Ilustrados del siglo XVIII y con la Revolución Francesa, la valentía de las revolucionarias vuelve al ojo del huracán y su defensora acaba en la guillotina”. Olympe cultivó el ensayo político, la dramaturgia y el periodismo, actividades que la ubicaron en el centro de la polémica: sus escritos en contra de la pena de muerte, la esclavitud y la explotación colonial y a favor de la igualdad entre los sexos despertaron la desconfianza de las autoridades revolucionarias. La puesta surge de la interrelación entre cine y música y contó con la participación de la dramaturga Diana Raznovich y los actores Elvira Onetto, Fernando Llosa y Marcelo Subbiotto, entre otros.
FUENTE:http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/index-2005-11-11.html
“Van Gogh fue un artista que nunca hizo concesiones”
El actor protagoniza una nueva puesta de la pieza de Pacho O’Donnell que toma al pintor holandés, rechazado y aislado por la sociedad de su época, como un ejemplo de quienes a pesar de todo “intentan vivir según sus propias convicciones”.
Por Cecilia Hopkins
Para la escritura de Van Gogh, obra que retrata la compleja personalidad del pintor holandés, el dramaturgo Pacho O’Donnell retomó Vincent y los cuervos, un texto suyo estrenado hace 22 años, sin realizar, no obstante, cambios notables en la estructura y atmósfera original. En efecto, la nueva obra –que acaba de estrenarse en el Teatro Regina bajo la dirección de Daniel Marcove y música de Luis Alberto Spinetta– conserva el carácter fragmentario y metafórico de la anterior, y hasta acrecienta su intención simbólica a partir de la singularización de un personaje –los cuervos–, rol colectivo inspirado en la pintura Trigal con cuervos, el cual antes mostraba un perfil más homogéneo. Protagonizada por Raúl Rizzo, Van Gogh resume en breves escenas la biografía del pintor que se suicidó a los 37 años, virtualmente ignorado por el medio artístico de su época. Su resistencia a pintar según los criterios académicos de fines del siglo XIX y su rechazo a ingresar al mundo de los valores burgueses, son los ejes evidentes sobre los que giran las escenas. Sin embargo, la visión del personaje que sucumbe bajo el mandato de familiares y maestros –vapuleado, además, por personajes alegóricos– permite imaginar que las referencias al pintor encubren un objetivo más amplio: hablar sobre la lucha de aquellos que, sin medir las consecuencias, intentan vivir según sus propias convicciones. En esa dirección, el autor –que dedica su pieza a “los diferentes como Vincent”– acota en el programa de mano que su obra “trata sobre los valores que nuestra sociedad degrada, la que nos ha llevado a esta crisis que nos agobia y que destruye a quienes se atreven a apartarse del rebaño masificado, individualista y sin ideales”. En la entrevista con Página/12, Rizzo se muestra capturado por las alternativas de la biografía del autor de Los girasoles y El café nocturno.–¿Cuál es su análisis de la pieza? –Sin hacer un tratamiento realista, la obra presenta pinceladas de diferentes momentos de la vida de Van Gogh. Apela a sus vínculos más importantes y resuelve en una síntesis poética su necesidad de afecto y reconocimiento y la búsqueda de su propia identidad. La relación con el medio social de su época la marca esa especie de bastonero, que es el cuervo que representa el poder (Omar Lopardo). Hay que pensar que Van Gogh era un vanguardista, un artista que se adelantó a su época, aún sin planteárselo. Alguien que nunca hizo concesiones ni negoció nada. Alguien que no quería pintar como lo hacían otros, sino expresarse a su modo. –¿Cuáles son los vínculos personales que aparecen como cruciales en la obra? –El que establece con su hermano Theo (Juan Vitali), que fue su sostén y cable a tierra hasta el último momento, y con la prostituta Sien (Stella Matute), que fue su mujer y su modelo, por quien sintió tanto afecto como agradecimiento. Además de sus padres (Pablo Shinji y Carla Solari) y el profesor Mauve, su primer maestro de pintura (Roberto Fiore), aparece también su intenso vínculo con Gauguin (Carlo Argento), a pesar de no acordar para nada en términos artísticos, porque los dos buscaban objetivos muy diferentes. –También se trata tangencialmente un aspecto muy poco conocido de Van Gogh...–Cuando se hace pastor (realizó trabajos de evangelización en la cuenca minera del Borinage, Bélgica), que es cuando tiene una experiencia mística, trascendente. El escritor español Carlos García Osuna (en su libro Yo, Vincent Van Gogh) lo consideró un precursor de la Teología de la Liberación. Porque él predicaba al lado de los mineros, teniendo en cuenta su sufrimiento, sin prometerle otra vida en un paraíso. Entendía que a este mundo había que cambiarlo...–¿Cómo analiza la presencia de los cuervos en la obra?–Sus mismos psiquiatras (interpretados por Omar Kühn y Marcos Woinski) también son cuervos. Cada uno es un ente fragmentado que representa un tic social, un arquetipo. La sociedad en su conjunto es la que lo aísla y la que finalmente lo condena. En la obra, los cuervos exaltan posiciones que aún hoy existen sin modificación. Como la necesidad de vender lo que el público quiere comprar y, en consecuencia, la necesidad de producir aquello que sea vendible. Detrás de esto está el exitismo, la idea de que si algo se vende es porque tiene un valor que no se discute.–¿Cómo está tratada la perturbación mental que sufrió Van Gogh?–Nosotros creemos que la desesperación, la locura y su propia muerte fueron producto de la misma presión social. El rechazo profundo deriva en un estado de angustia y aislamiento que él –sensible y vulnerable como era– no pudo manejar. –¿Qué premisas eligió para asumir su rol?–Yo trabajé al personaje desde la inocencia y el juego de un niño. Solamente un ser adulto gobernado por su niño interior podría crear como Van Gogh. Los chicos tampoco hacen concesiones con sus juegos, con su material de expresión. Usualmente pongo al personaje en la mira, como si fuese la presa que hay que ir persiguiendo. A mí me gustan las propuestas que me permiten jugar a fondo, aun en la televisión, donde el trabajo es agotador y mucho más unilateral que en el teatro. Hacer personajes bien diferentes como Pelusa (en Primicias) o el del intendente Costa (en Padre Coraje). Muchas veces, la visión del propio personaje termina modificando el guión. –Para sus personajes del ciclo Botines (Canal 13) tuvo que adentrarse en otra clase de marginalidad... –Claro, la marginalidad delictiva en casos que fueron, en general, emblemáticos. Me interesa trabajar temas de la realidad pero en cuanto pueden asumir un sentido poético, no tanto cuando el producto roza con lo documental. Tomar el género policial, por ejemplo, pero como excusa para contar conflictos humanos. Me gusta cuando se revelan las zonas desconocidas de un hecho. Es como ver el lado oscuro de la Luna.