domingo, 13 de febrero de 2011

JULiO Medem y ALGUNAS DE SUS PELÍCULAS



Julio Medem Lafont nació en San Sebastián el 21 de octubre de 1958. En su sangre se mezclan hasta cuatro procedencias. Por parte de sus abuelos paternos Alemania y Valencia, por parte de los maternos el País Vasco y Francia.
Tras pasar parte de su infancia en su ciudad natal su familia se trasladó a Madrid tras el nacimiento de su hermano Alberto. Allí estudió en el Colegio de El Pilar, donde recibió una educación elitista en el seno de un ambiente burgués y acomodado.
Su afición por el cine nació a la vera de la cámara de súper 8 mm con que su padre rodaba la vida de la familia. Por las noches, clandestinamente, Julio cogía la cámara para experimentar con la magia de la luz y las imágenes junto a su hermana Ana. Poco a poco y mediante el montaje de esos fotogramas el futuro director comenzó a descubrir la poderosa fascinación que es manejar el espacio y el tiempo, el atractivo que es crear una ficción de la nada con una modesta cámara de súper 8 y una pequeña moviola.
Durante la adolescencia sufrió un episodio de desamor que marcaría su personalidad: enamorado de una vecina en silencio vivió bastante tiempo atormentado por la no correspondencia de sus sentimientos. Incluso llegó a escribir una novela onírica, titulada Mi primer día, marcada por esta experiencia. La chica en cuestión terminó siendo novia de uno de sus hermanos. Como curiosidad hay que apuntar que aparece en uno de sus primeros cortos en súper 8, 'Fideos' (1979).
Tras este trance comienza a invertir gran parte de su tiempo en los deportes, especialmente en el atletismo donde llegó a ser toda una promesa y estuvo a punto de ser becado para las olimpiadas. A los dieciocho años fue a Soria decidido a convertirse en psiquiatra, enfocando claramente su vida hacia una de sus obsesiones: el estudio de los oscuros rincones de la mente humana. Finalmente se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Instalado otra vez en San Sebastián comenzó a entrar en el mundo cinematográfico profesional a través de la crítica en La Voz de Euskadi. Mientras, seguía rodando cortometrajes, continuando con su aprendizaje autodidacta y escribiendo guiones con los que soñaba algún día convertir en largometrajes.
Un día viajó hasta a Madrid con un guión bajo el brazo titulado 'Vacas'. En todas las productoras a las que acudió le rechazaron aquella historia de argumento extraño y título no menos curioso. Medem, muy decepcionado, regresó a San Sebastián y comenzó a redactar otra historia menos compleja y más cercana a los postulados de la industria. En esos momentos en que el guión de 'La ardilla roja' comenzó a crecer entre las manos de Julio fue cuando recibió una llamada de la recién nacida productora Sogetel para aceptar el proyecto de Vacas (1992).
Tras la realización de su primer filme, con el que consiguió una gran repercusión por lo original de su propuesta, Medem comenzó a construir a través de sus películas el universo fílmico más interesante del cine español y uno de los más destacados del cine europeo, señalado como uno de los herederos de miradas tan personales como las de Luis Buñuel, Iván Zulueta o Víctor Erice, o de cineastas europeos como Ingmar Bergman, Tarkovski o Kieslowski.
Tras su segundo largometraje, 'La ardilla roja' (1993), su vida pudo cambiar por completo en el terreno profesional. Recomendado por el mismísimo Stanley Kubrick (a quien entusiasmó el filme protagonizado por Emma Suárez y Nancho Novo), Steven Spielberg llamó a Julio con la propuesta de dirigir La máscara del Zorro, una cinta basada en el mítico personaje que iba a realizar su productora, Dreamworks. Tras leer el guión y reflexionar sobre lo que provocaría el venderse a Hollywood realizando una película de aventuras con un concepto cinematográfico muy lejano al suyo, Medem desestimó el ofrecimiento y prefirió continuar con sus proyectos fílmicos en España. El filme fue dirigido finalmente en 1998 por Martin Campbell y protagonizado por Antonio Banderas, Catherine Zeta-Jones y Anthony Hopkins.
El siguiente fue 'Tierra' (1996), quizá la película cuya pre-producción trajo más de cabeza a Medem, ya que tuvo que aplazar el rodaje varias veces en espera a Antonio Banderas, que tenía compromisos para rodar en EE.UU. Julio, cansado, acabó olvidando a Banderas y optó (con mucho acierto) por Carmelo Gómez para interpretar al personaje de Ángel.
En 1997 creó Alicia Produce, su propia productora cinematográfica, con la que ha realizado algunos de sus trabajos fílmicos y produciendo a otros.
En 1998, con 'Los amantes del Círculo Polar', a Julio le llegó el reconocimiento del público y se consolidó como uno de los grandes valores de la cinematografía nacional. Esta película le causó un gran trauma a pesar de su buen rendimiento comercial, ya que el trágico final de esta historia de amor le perseguía constantemente en sus pensamientos. Así que optó por dar otra oportunidad al personaje de Ana reencarnándole en Lucía, la protagonista de su quinto filme, 'Lucía y el sexo' (2001), una película que habla del azar, las casualidades del destino y de alimento que proporcionan a nuestra existencia el amor y el sexo.
El 21 de septiembre de 2003, dentro de la Sección de Especiales Zabaltegui del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, Julio estrenó 'La pelota vasca. La piel contra la piedra', un documental sobre la problemática política y social existente en Euskadi. Este trabajo generó una gran polémica de la que el director se defendió escudándose en la mirada limpia y honesta con que se realizó este filme. Tras 'La pelota vasca' Julio iba a plasmar en su sexto largometraje de ficción la historia de Aitor. La piel contra la piedra, película hermana del documental, pero que definitivamente aparcó para lanzarse hacia otros derroteros fílmicos y narrativos con 'Caótica Ana', que estrenó en el verano de 2007, y que supuso una gran apuesta personal del director. Y no salió nada bien. Gran parte del público y de la crítica despreciaron la película, siendo un gran revés para Medem el mal recibimiento del filme.
Tras largos meses de sufrimiento en los que se encerró a escribir historias casi complusivamente (y tras una sincera y valiente confesión pública en el diario El País) regresó en enero de 2009 con su octavo largometraje, el séptimo de ficción, 'Room in Rome', su primer historia rodada íntegramente en inglés.




No hay comentarios:

Publicar un comentario