martes, 24 de marzo de 2015

Mariana Ba

Mi carta más larga – Mariama Bâ

PORTADA DE LIBRO: MI CARTA MÁS LARGA  de MARIANA BA. EDICIONES ZANZIBAR
El libro que traigo hoy a LitERaFRicA es uno de esos libros que casi todo el mundo recomienda.  Considerado un clásico, es para muchos un libro feminista, en el que una mujer viuda, Ramatoulaye, va desgranando su vida en una larga carta escrita a su amiga divorciada, Aïssatou.
Mariama Bâ publicó esta su primera novela cuando tenía cincuenta y un años. A menudo se habla sobre los escritores que comienzan jóvenes, pero apenas se resaltan los que lo hacen a una edad más avanzada. Son los escritores del no en sentido contrario, los que se mantuvieron en silencio durante largos años, antes de decidirse a escribir. Ella lo hizo tarde, ya casi a las puertas de la muerte, y apenas tuvo tiempo de publicar otro libro en vida, dejando su segunda novela concluida poco antes de fallecer.
Mi carta más larga, es un libro que habla sobre la condición de la mujer en Senegal, es cierto, pero en su breve extensión trata con acierto un buen número de temas. No quiero repetir lo que ya se ha dicho y observado en múltiples críticas y reseñas realizadas sobre la obra. Prefiero limitarme a resaltar las dos o tres ideas más poderosas que me han quedado tras la lectura del libro.
A resaltar que las dos protagonistas, mujeres africanas, son mujeres que han decidido, en el ámbito personal ante la poligamia impuesta por sus respectivos maridos. Aïssatou, ante la aparición de la segunda esposa en su vida conyugal, decide abandonar al hombre y marcharse al extranjero. Ramatoulaye, permanecerá a su lado, pero irá dando a conocer sus razones y su cambio de actitud vital como mujer, como esposa y como senegalesa.
Por un lado, la protagonista realiza un ejercicio de introspección, durante el largo período de duelo, vuelve la vista a su vida pasada y va desgranando las causas y las razones que la han llevado hasta la situación actual en la que se encuentra, abandonada tras haber realizado con rectitud el papel que se supone corresponde a toda mujer (en este caso, dentro de la sociedad senegalesa, musulmana): cuidar al marido, tener hijos, trabajar en el hogar: “Su comportamiento está condicionado: una cuñada no toca la cabeza de una esposa que ha sido cicatera, infiel o ha faltado a la hospitalidad” (pág.12). Cuando el marido decide tomar otra esposa (poligamia) es cuando Ramatoulaye se ve obligada a ponerse delante del espejo. Su capacidad para sobreponerse a la situación, hasta el punto de no optar ni por culpar a la segunda mujer (una joven a la que su propia familia ha obligado a casarse con un hombre mucho mayor que ella, un ser roto e infeliz) ni por encerrarse en si misma y lamentar su suerte. Ramatoulaye desafía al mundo, rechazando sucesivos pretendientes, “no conformándose”, sintiendo que ha de erigirse en dueña de su propio destino.
Por otro lado, la narración nos va adentrando en una nueva época, con nuevos tiempos que ha traído la independencia de su país, la protagonista contempla la actitud de sus hijas que la llevan por otros caminos, una modernidad que viste pantalones y mantiene relaciones sexuales libres antes del matrimonio, o que comparte las tareas entre los dos, creando una unidad, una vida en pareja que se complementa. Una de sus hijas sopesará, incluso, la posibilidad de dar el paso a la política, idea que después descartará: “No quiero hacer política, no porque no me interese el futuro de mi país ni el de la mujer, pero al ver los forcejeos estériles en el seno de un mismo partido y las ansias de poder de los hombres, prefiero abstenerme” (pág. 114)
Desde la primera línea, el tono de la novela es el de la confidencia. Sientes que Ramatoulaye está abriendo su ser más íntimo a su mejor amiga, y el lector se siente testigo de estas confesiones. Ese aire intimista, delicado, poético, que alterna entre lo amargo y lo dulce, lo reivindicativo y lo cruel, no cesa en ningún momento. Nos hace partícipes de una vida que intenta ser vivida en plenitud, a pesar de los obstáculos, las tristezas y los sinsabores, una vida que se nos muestra abiertas las puertas de par en par, con esperanza en lo que vendrá.
Deformar un alma es tan sacrílega como un asesinato. Los profesores-tanto los del jardín de infancia como los de la universidad-forman un ejército noble de las proezas cotidianas, nunca cantadas, nunca condecoradas. (pág. 42)

Ficha:

  • Título original: Une si longue lettre (1979)
  • Idioma: Francés
  • Traducción al castellano: Ediciones Zanzíbar (2003)
  • Traductora:  Sonia Martín Pérez
  • Imagen de portada: ©José Antonio Carrrera
  • Páginas: 141
  • Premios por esta obra: Premio japonés Norma para publicaciones africanas 1980
  • Otras ediciones de esta obra:
    • Una carta molt llarga [Catalá] (Takusan Ediciones)
    • Mi carta más larga (Ediciones Altaza)
  • Curiosidades: En 1981 escribió “Un Chant écarlate” poco antes de morir, de una larga enfermedad.
une si longue letrre

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