martes, 15 de septiembre de 2015

AMINA ALAOUI







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Amina Alaoui
Marruecos
    
 
Nacida en Fez (Marruecos) en 1964, Amina Alaoui pertenece a una familia profundamente ligada tanto a la tradición popular marroquí como a los medios intelectuales y artísticos. Desde los seis años comenzó a estudiar el canto arábigo-andaluz, piano clásico, danza contemporánea y clásica, marroquí y oriental, estudios que Amina Alaoui profundizó junto a los grandes maestros y en el Conservatorio de Rabat. A los diez años publicó ya sus primeros poemas y, más tarde, sus estudios universitarios le llevaron a consagrarse a la filología y la lingüística (árabe, francesa y española).

A partir de entonces, Amina Alaoui ha desarrollado un trabajo de búsqueda en los cantos arábigo-andaluces y orientales, especializándose en el cántico gharnati. Con Djallal Akhbari se inició en el canto clásico persa, y con Henri Agnel en el canto medieval europeo. Por todo ello, se puede asegurar que Amina Alaoui no sólo posee una de las voces más fascinantes del planeta, sino también una de las mejor preparadas y formadas. En los últimos diez años, ha realizado conciertos con músicos de la talla de Djamchid Chemirani, Pedro Soler, Hameed Khan, Pablo Cueco, Hughes de Courson, Lluis Llach, Nena Venetsanou o Soeur Marie Keyrouz. También ha colaborado en numerosos espectáculos de danza de los más prestigiosos coreógrafos.

El canto de Amina Alaoui se asemeja a esas frágiles miniaturas en las que el artista, en la intimidad de un espacio mínimo, pinta con tenacidad y dulzura, revelando miles de ideas y detalles y utilizando colores delicados. Su voz desnuda los sentimientos como lo hacían los colores simbólicos de las cinco cuerdas del oud (laúd) de Zyriab: el amarillo (la cólera), el rojo (la sangre), el azul (el alma), el negro (la melancolía) y el blanco (la serenidad).

Los conciertos de Amina Alaoui invitan a errar entre los jardines coloristas y perfumados del Al-Andalus medieval, que dio nacimiento a una de las más fantásticas expresiones poético-musicales: el legado andalusí. Boabdil, derrotado, se exilió en Marruecos, donde se ha mantenido desde el siglo XV el estilo gharnati dentro de la cultura musical arábigo-andaluza, gracias a la tradición oral transmitida de generación en generación por aquellos que tuvieron que exiliarse y salir con pesar de la península ibérica. Amina ha recorrido el camino inverso, atravesando el Mediterráneo desde Marruecos para instalarse durante tres años en Granada, tendiendo de esta forma un significativo puente (alcántara, en árabe) a los dos lados del Mare Nostrum.

El poder cautivador y sensual de su voz el refinamiento de su ornamentación vocal o la fuerza de los poemas que elige con extremado mimo, invitan a unos momentos privilegiados de musicalidad, de coexistencia y tolerancia, de sabiduría y respeto a la diferencia. Amina Alaoui ofrece su música como si se tratara de un canto apasionado a la humanidad.



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