Las obras de la artista Maïmouna Guerresi crean puentes entre religiones, derriban prejuicios y nos conectan con los misterios del espíritu.


Nacida en una familia católica italiana, de niña (Patrizia) Maïmouna Guerresi siempre soñó con visitar África, pero el destino, como ella misma cuenta, la llevó a conocer esa otra África musulmana durante un viaje a Senegal, donde acabó convirtiéndose al Islam y abrazando el Sufismo. Comparada a menudo con la pintora Frida Kahlo, el arte de Guerresi está inspirado en la belleza espiritual de los santos musulmanes, en visiones, emociones y experiencias propias, y en la defensa de los valores y la belleza de la mujer islámica africana, de quien dice que es “capaz de disolver las distinciones entre géneros con su propia identidad”.
A pesar de los viajes y proyectos en los que se encuentra inmersa, Maïmouna Guerresi ha accedido a hablar con Láudano sobre los símbolos que inspiran su trabajo y el arte que eleva el espíritu.
Genitilla Al Wilada, 2007 ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
‘Genitilla Al Wilada’, 2007. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

Cuando pienso en series como ‘Giants’, me vienen a la cabeza las palabras ‘interconexión’, ‘transformación’, ‘eternidad’, pero, sobre todo, ‘lo sagrado Desconocido’. ¿En qué te inspiraste para crear este trabajo y qué símbolos hay en él?

La primera gran imagen de la serie fotográfica ‘Giants’ es la de una joven mujer africana vistiendo un largo manto blanco, porque quería que fuese una representación de la Gran Madre, misericordiosa y llena de gracia. Únicamente su rostro es visible en la fotografía, mientras que el cuerpo bajo el manto está ausente y, en su lugar, creé la ilusión óptica de un opaco, oscuro e infinito vacío. Un vacío que no significa ‘ la Nada’, sino que representa un lugar sagrado de plegaría y también el estado de vibraciones cuánticas libre de espacio, de tiempo y de materia.
A este trabajo lo titulé ‘Fátima’, porque es un nombre muy significativo tanto para musulmanes como para cristianos. Es el nombre de la hija amada del Profeta Mahoma (SAW), de donde viene también la secta de los fatimíes y la Madonna di Fatima venerada por los cristianos.
Más tarde, intenté crear varios personajes inspirados en los grandes santos musulmanes de África, interpretando su grandeza y belleza espiritual, pero no su fisonomía.
Akbar, 2011 ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
Akbar, 2011. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

Algunos de los hombres y mujeres que aparecen en tus fotografías son miembros de tu familia. ¿Intentas transmitir que hay algo divino en todos ellos?

En mis fotografías algunos de los personajes son miembros de mi familia, como los que aparecen en la serie ‘Sisters’, pero también amigos y otras personas cercanas con las que he construido una relación de confianza. Los vestidos que llevan los he creado yo misma, como formas esculturales que les dan un aspecto metafísico y surrealista, y que puede también ser interpretado como un misterio divino que existe en cada uno de nosotros.
Students & Teacher ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
‘Estudiantes y profesor’. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

Las imágenes de ‘Giants’ o ‘Minaret Hats’ son muy arquitectónicas: las personas y los sombreros son tan altos como fortalezas y torres. ¿El cuerpo es un templo para el alma?

La serie ‘Minaret Hats’ es la continuación de mi investigación sobre el cuerpo místico, entendido como un lugar sagrado en conexión con el universo que ya había trabajado previamente con ‘Giants’. Me inspiré en los altos sombreros de las máscaras Dogón y los confeccioné con telas y cartulina, imitando las altas y estrechas formas arquitectónicas como si fueran fortalezas espirituales o antenas que conectan sus cabezas con el cielo. El papel del minarete era clave y también una fuente de inspiración: los minaretes de la Mezquita de Touba, en Senegal, el Jama al Majid, el Taj Mahal de la India o los de la Mezquita Azul de Estambul.
Taj Minaret (dch) y Heavenly Minaret, 2011 ©Maïmouna Guerresi. Cortesía Matèria Gallery.
‘Taj Minaret’ (dch) y ‘Heavenly Minaret’, 2011 ©Maïmouna Guerresi. Cortesía Matèria Gallery.

Has dicho alguna vez que no puedes separar tus pensamientos y emociones de tu trabajo. ¿Es el verdadero arte una manifestación del interior del artista? ¿Es toda obra artística religiosa en algún sentido?

Mi trabajo forma parte de una búsqueda tanto formal como evolutiva y espiritual, donde algunos elementos, experiencias, emociones, sentimientos y visiones se entrelazan. Para mí, el arte tiene la habilidad de alcanzar altos niveles espirituales, pero no todas las manifestaciones artísticas tienen este privilegio y muchas de ellas sólo se basan en la estética.
Darlinger. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
‘Darlinger’. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

Naciste en una familia católica italiana, ¿cómo te convertiste al Islam?

Cuando era joven, además de estudiar arte, quería visitar una misión religiosa en Burundi de la que mi tío era miembro y conocer esa parte de África sobre la que él y mi familia católica tanto me habían hablado. En cambio, el destino quiso que varios años más tarde encontrase otra África musulmana en Senegal, donde conocí a la comunidad muride que me introdujo a nuevas enseñanzas espirituales y conocimiento.
Rey Bouba, 2010, ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
‘Rey Bouba’, 2010. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

Y abrazaste el Sufismo… ¿De qué forma conceptos como el ‘tawhid’ afectan a tu trabajo? Pienso, por ejemplo, en elementos de tus fotografías: sombreros, hiyabs y mantos que se repiten como un mantra.

El misticismo islámico tiene su fundamento en el ‘tawhid’, basado principalmente en el concepto de Unidad de Alá que debe buscarse, ante todo, en la profesión de la fe. El testimonio y conocimiento de la absoluta unidad y unicidad de Dios (Tawhîd): ‘No hay más dios que Alá’ es la fórmula continuamente repetida y da forma a la vida, la conciencia y el pensamiento musulmán.
En mi trabajo intento expresar este concepto a través de la unión de la fragmentación. En la serie ‘M-Eating’, y en particular en el trabajo ‘Light Salt’, los siete paneles se basan en la idea de fragmentación y unión: cada panel mantiene su entidad formal, pero todos juntos recrean una única situación. Una unidad.
M-Eating -Light Salt ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
M-Eating -‘Light Salt’. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

La diversidad religiosa y racial son dos de los aspectos principales de tu trabajo. ¿Puede el arte ayudar a combatir los prejuicios que todavía siguen pesando sobre el mundo islámico?

Trato de interpretar en mis obras varios aspectos de la espiritualidad musulmana desde una visión democrática y plural del Islam. Mi léxico visual está articulado en la afirmación del valor espiritual de las mujeres musulmanas en sociedades islámicas y occidentales, con la intención de poner en primera línea sus cualidades sociales y culturales.
Por eso me interesa investigar las reacciones y aspectos relacionados con el cuerpo místico velado, como las molestias, el atractivo y el valor de la diversidad, dejando de lado la representación estereotipada del Islam.
El arte puede ser utilizado como una herramienta de curación y catarsis, y también para disolver los juicios y miedos de la mente.
AISHA ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
‘Aisha’. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

Las mujeres de tus series parecen diosas muy poderosas. ¿Cuál es su papel en el Sufismo?

Mis fotografías, esculturas y vídeos a menudo retratan la imagen de la mujer musulmana africana, que asume un valor simbólico de mujer fuerte y capaz de disolver las distinciones entre los géneros a través de su propia identidad.
La historia del Islam ha visto emerger varios personajes femeninos gracias a su intelecto y habilidades artísticas y espirituales. Esas mujeres místicas sufíes jugaron un papel importante en el inicio del Sufismo, pero, desafortunadamente, sus historias han sido olvidadas y es precisamente este olvido lo que me dio fuerza para continuar mi investigación.
Una de mis performances a la que titulé ‘Akhfa’ (Área oculta) está inspirada en un antiguo manuscrito de Al Sulami de 1021, reeditado recientemente, que cuenta las vidas de más de 80 mujeres poetas sufíes que vivieron entre el siglo ocho y diez y fueron olvidadas más tarde. Durante la performance, representé la acción ritual de recitar los nombres de esas mujeres para que cayeran los ‘velos’ que física y metafóricamente oscurecen su importancia en la religión islámica, pero también en nuestra realidad social contemporánea, sin distinción de cultura o área política o geográfica.
Praying Herlsef, 2005 ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.
‘Praying Herlsef’, 2005. ©Maïmouna Guerresi. Cortesía de Matèria Gallery.

¿Qué artistas inspiran tu trabajo?

El pintor renacentista Piero della Francesca, que armonizó los valores intelectuales y espirituales de su tiempo con trabajos entre el arte y la geometría, donde unía la complejidad teológica y filosófica con muchos otros temas. También me fascina la obra de Lucio Fontana y su búsqueda del espacio y la luz. No obstante, mi trabajo recibe inspiración directa de las miniaturas islámicas y del arte musulmán africano, especialmente cuando los santos son representados con caligrafía árabe.